Promover hábitos saludables de vida, desintoxicar el organismo y vivir en armonía son varias frases que repite Efraín Hoffmann en sus charlas y talleres.
Como invitado del desayuno-foro del Diario EL IMPULSO, no sólo habló de la salud, sino de su vida, de sus inicios en la medicina holística y el por qué de la creación de un Centro de Sanación.
“Fui hijo, nieto y sobrino único. Sufría mucho de amigdalitis, hasta que me operaron y de allí empecé a padecer de bronconeumonías hasta la actualidad. Cada día me hacían tocamientos en la garganta con diferentes medicinas”, recordó de su infancia.
Además, tuvo furunculosis y eczema en el cuero cabelludo.
“Era muy enfermizo, recuerdo que iba al colegio con el pelo verde por las composiciones que me echaba mi papá, por supuesto era el hazmerreír de mis compañeros”, contó con una tímida sonrisa.
Yoga y vegetarianismo
Cuando cumplió los 14 años conoció el yoga y el vegetarianismo, y lo primero que logró fue aprender a comer bien.
“Yo era muy estreñido, y desde allí pudo regular su intestino. Hice ayunos y tuve crisis curativas, recuerdo que hasta las encías me sangraban”, dijo Hoffmann.
Explicó que las crisis curativas se presentan cuando el propio cuerpo empieza a sanar, como un mecanismo de defensa cuando el organismo toma el control y decide eliminar todas las toxinas del cuerpo, como ocurre con las personas que han pasado por adicciones a las drogas y deciden abandonar el consumo.
En este punto, mencionó que las personas en la actualidad prefieren automedicarse, porque tienen al alcance todos los fármacos.
Recalcó que su trabajo es combinar la medicina tradicional con la holística, conocida también como complementaria.
Médico de la farándula
Desde la universidad, Hoffmann comenzó a ser popular, porque formó parte del grupo de estudiantes que se involucró en un nuevo diseño curricular de la carrera de medicina.
“Fui preparador de las materias de fisiología y medicina 1, fui delegado, entre otras actividades”, dijo el médico holístico.
Para esa época, escribió un artículo para la revista universitaria Azul, con el título “Curarse en Salud”, de allí comenzó también su inquietud por la escritura.
Hasta la fecha lleva publicados dos libros: Consideraciones Desconsideradas y Guía para un mundo confuso. En imprenta se encuentra “Un manejo de virtudes”, que habla sobre los valores.
Asimismo, tiene los manuales de la salud con diferentes temas, así como audiolibros.
Su faceta como músico
El médico holístico y promotor de la medicina antienvejecimiento, empezó a estudiar filosofía en la Universidad Central de Venezuela.
A la par, participó como pianista en obras de teatro con Carlos Mata y Guillermo Dávila.
“Fui parte del Teatro del Repertorio del Ateneo de Caracas, en esa época, aunque vivía en casa de mis padres no recibía ningún dinero de ellos, porque no estaban de acuerdo con el rumbo que tomó mi vida”, contó.
Para poder subsistir, mencionó que trabajó en cuñas de televisión, paradójicamente algunas de cigarrillos y bebidas gaseosas, hasta que gracias a un tutor y amigo decidió comenzar sus estudios de medicina, a los 20 años.
Aprender de los errores
Hoffmann refirió que la enfermedad no es una enemiga, porque más bien forma parte de conocer o darse cuenta de los errores que se cometen, bien sea por la alimentación, las actitudes o el pensamiento.
“Yo trato de ser un traductor del lenguaje del cuerpo, buscar junto con el paciente la causa de esa enfermedad, de manera que pueda mejorar sus hábitos de vida y así sanarse por dentro y por fuera”, estableció.
De esta manera, se busca que el cuerpo vuelva a estar en armonía, siempre como primer recurso a través de métodos no tóxicos ni invasivos.
“Para todos los pacientes existen tres pasos a seguir: desintoxicar, nutrir y crear los hábitos saludables”, habló.
Indicó que en la búsqueda de las causas de las enfermedades existen nuevas corrientes de la psicología para ayudar a los pacientes.
“Una de ellas se refiere a las constelaciones familiares, donde se abordan las relaciones con los seres cercanos, estén vivos o muertos, para sanar heridas, y cerrar ciclos, lo cual genera resultados positivos en el individuo”, explicó.
Por último, dijo que prefiere no esperar nada, de manera que cada cosa que recibe en la vida es una sorpresa y la toma como un regalo que agradecer.
Fotos: Billy Castro