En la sede del Partido Socialista Unido de Venezuela, en la calle 60, José Novoa, presidente de la Federación Bolivariana Socialista de Trabajadores de la Ciudad, el Campo y la Pesca, junto a un nutrido grupo de trabajadores, «mostraron su rechazo en contra de la guerra económica que algunos empresarios sostienen contra el pueblo venezolano».
Bajo consignas y pancartas, el grupo de obreros apostados en la sede del partido rojo, indicaron que los empresarios del país estarían «arreciando» la supuesta guerra económica en la cual, según Novoa, muchos de los propietarios cerrarían las puertas de sus establecimientos para generar «un clima de escasez y desabastecimiento».
Es así como, supuestamente, trabajadores del Central Río Turbio, un total de 71, habrían sido despedidos “de manera violenta e ilegal”. Solicitó al Ministerio del Trabajo a pronunciarse de manera “inmediata por el reenganche de los trabajadores”.
De igual forma, prosiguió Novoa, “denunciamos al matadero de pollos que está en la población de Cordero, beneficiadora de aves de Barquisimeto”, quien el pasado lunes habría sido “puesto en marcha gracias al esfuerzo de trabajadores y consejo comunal”, después de haber paralizado sus actividades por un presunto cierre.
Además, denunció al dueño de un comercio de cerámicas quien, a su juicio, habría cerrado dicha empresa para “sabotear” el avance de la Gran Misión Vivienda, siendo uno de sus proveedores.
Para finalizar, Novoa indicó: “Hacemos un llamado para todos los trabajadores, amas de casas, consejos comunales, a que cerremos filas en apoyo de nuestro presidente obrero, Nicolás Maduro.”