Atrapado en el corredor

En la geopolítica venezolana se considera el corredor electoral, como el espacio político más importante que debemos atender en una campaña electoral, pero a pesar de que la oposición en ocasiones lo ha conquistado, no ha logrado del todo asumir como suyo el poder nacional. En esta oportunidad, para las elecciones municipales del 8 de diciembre, el oficialismo se encuentra atrapado no sólo en el corredor electoral nacional, sino también en los corredores electorales de los estados. Tanto en uno como en otros, el elector le está exigiendo cuentas al gobierno por el desabastecimiento, el alto costo de la vida, la disminución de nuestras reservas monetarias, su incapacidad en el manejo de los servicios públicos y la inseguridad personal y jurídica, entre otros, convirtiendo la contienda electoral municipal en un desafío al propio presidente de la república.
El oficialismo conociendo su debilidad en los municipios del corredor electoral nacional (Caracas, Maracay, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal y Maracaibo) e incluso algunas ciudades del oriente del país, tomó la determinación de presentar como candidatos a figuras no vinculadas a la estructura política del partido de gobierno ( hombres y mujeres de farándula, televisión y hasta militares), a los fines de hacerlos ver como figuras libres de atadura política y capaces de aglutinar la gran masa que se mueve en el corredor electoral, con una concentración superior al 60% del electorado. Hasta ahora, a 50 días de las elecciones, esos candidatos están estancados, no han logrado su propósito, porque no han podido conquistar ni la simpatía de los independientes ni el entusiasmo de la estructura política de los partidos de gobierno que los sienten como personajes impuestos a dedo por la cúpula del oficialismo. No hay credibilidad en ellos y disgusto por quienes los mandaron.
Se estima que el mapa político de ese corredor electoral, será para la oposición mucho más favorable ahora que en cualquier otra de las elecciones celebradas en los últimos 14 años. El deterioro del gobierno ha sido muy violento y en muy poco tiempo, sobre todo el efecto de debilidad que le causa su incapacidad para resolver el grave problema económico que vive Venezuela. Esta crisis de gobernabilidad y sostenimiento financiero, ha permitido que se extienda en los corredores electorales de los estados, el mismo fenómeno de aumentar el rechazo al oficialismo en las capitales de los estados y municipios con mayor concentración de votantes. En el caso del occidente del país, en los estados Táchira, Zulia y Lara, la oposición anuncia ya su triunfo en los corredores electorales, y en el estado Trujillo, una de las entidades más chavistas del país, la oposición aspira ganar el corredor electoral,  al igual que en el estado Mérida.
El gran trabajo que corresponde en estos 50 días es la motivación al voto. Es necesario organizarla y lograr que se haga realidad el deseo de un pueblo. Se requiere un esfuerzo de liderazgo, de los nuevos y de los viejos líderes. Los jóvenes deben consultar a los viejos líderes, porque el gobierno se está debilitando por los mismos errores del pasado, ya conocidos por ellos y repetidos por los que están actualmente en el mando. Su experiencia por lo vivido en el pasado es sabiduría para hoy y seguro podrán adelantarnos qué hacer con los que están atrapados en el corredor electoral. En cada municipio hay un líder y hay un pueblo, sólo falta la seña. Acordémosla. El viejo líder ayuda porque entiende muy bien las señas del pueblo.

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