Al menos 11 personas murieron y más de 535.000 hogares quedaron sin electricidad este lunes en la primera gran tormenta de la temporada en el norte de Europa que produjo vientos de hasta 160 km/h en Reino Unido.
Gran Bretaña sufrió este lunes su peor tormenta de los últimos cinco años que causó la muerte de al menos cuatro personas. El primer ministro británico, David Cameron, describió estas muertes como «sumamente lamentables».
Estas inclemencias dejaron también un muerto en Francia, tres en Alemania, uno en Dinamarca y dos en Holanda.
La tormenta, llamada «Christian» en Francia y bautizada como «San Judas» en los medios británicos en honor al patrón de las causas perdidas que se celebra este lunes, abandonó Reino Unido a última hora de la mañana para dirigirse hacia Holanda, Dinamarca y el norte de Alemania.
Unos 460.000 hogares quedaron sin electricidad en Gran Bretaña y 75.000 en Francia. A las 18H00 GMT, 166.000 hogares británicos seguían sin electricidad. La actividad de la central nuclear británica de Dungeness B Power (sur) se detuvo durante varias horas por precaución.
El palacio de Buckingham, en Londres, también perdió algunas tejas y dos ventanas quedaron dañadas. La reina no se encontraba en el edificio cuando llegó la tormenta. La mayoría de los trenes que iban a la capital desde el sur y el oeste de Inglaterra fueron anulados el lunes y las perturbaciones duraron todo el día.
Unos 130 vuelos, es decir, el 10% del tráfico diario, fueron anulados en el aeropuerto de Heathrow. La tormenta ha llegado a afectar el volumen de intercambios en la Bolsa ya que muchos trabajadores no pudieron llegar hasta la City. El organismo de previsión meteorológica Met Office, multiplicó las alertas este fin de semana