¿Todo es por la oposición?

Ahora todo lo malo que exista o suceda en la Venezuela de hoy es por culpa de la oposición, según aseguran ligeramente los más altos voceros gubernamentales, para quienes toda la oposición anda en conspiración. Es toda una generalización absoluta e irresponsable, sin el menor esfuerzo para analizar y ponderar, aunque sea mínimamente, todo el proceso de realidades, hechos y circunstancias existentes, por encima de lo que quieran quienes gobiernan o hacen oposición.
No puede ser para nadie, de Venezuela o del mundo, que vea con racionalidad lo existente, que la oposición venezolana, de suyo democrática en su generalidad, es la culpable de toda calamidad existente, como cada una de las que brevemente señalamos en seguida: 1) La crisis económica en desarrollo creciente y de consecuencias imponderables, hasta el presente no atendida debidamente. 2) La situación de triple inseguridad (personal, jurídica y social) en que vive toda nuestra sociedad, con cuyas posibles consecuencias la gente se enferma. 3) La violencia desatada por la incontrolable delincuencia, que  nos puede afectar a todos. 4) El cada vez mayor alto costo de la vida, con todos sus catastróficos efectos en el diario trajinar del venezolano común. 5) La evidente y real escasez de alimentos, con todas sus consecuencias. 6) La recién anunciada lucha gubernamental contra la corrupción, dizque donde quiera esté y con Ley Habilitante, agrava la tensión y confrontación política, interna en el PSUV y externa en los demás. 7) Apagones frecuentes, que con sus perjuicios materiales para la gente aumentan la inseguridad e incertidumbre.
Son todas en conjunto expresiones de una verdadera situación calamitosa en que vive toda nuestra gente, más allá de la inclinación o simpatía política de cada quien, a propósito de lo cual debemos agregar en el cuadro nacional aspectos políticos de alta importancia siendo ellos de muy fuerte confrontación y tensión en todos los venezolanos, con sus serias y graves amenazas, en un contexto potencialmente preocupante. En efecto, hay dos casos de objetivas y frontales diferencias, que ahondan más aún la amenazante polarización política existente entre los venezolanos: la participación cubana en la política venezolana y la planteada demanda de la partida de nacimiento del Presidente Maduro. Son dos puntos de irreconciliables posiciones, que requieren por eso mismo el esfuerzo nacional necesario, encabezado por los mismos gobernantes y oposicionistas, para encauzarlas debidamente en provecho de todos los venezolanos, por encima de las inconvenientes amenazas de guerras y confrontaciones mayores. Tampoco es un buen remedio el entretenimiento con medidas mayúsculas, como el plan de la Ley Habilitante, con poderes presidenciales especiales, cuestionados por la oposición.
En todo esto naturalmente Gobierno y Oposición tienen la primera palabra, y el primer gesto. Ojalá sea con los obvios requerimientos políticos y éticos. Pareciera ahora una utopía, pero para nosotros peor sería lo que pueda venir para todos, sobre lo cual nadie se puede sentir seguro.