Félix Doubront debió esperar con angustia si iba a ser tomado en cuenta para el roster de postemporada de los Medias Rojas de Boston.
Sólo quedaba un puesto por definir en el bullpen y al final el zurdo venezolano de 26 años fue seleccionado a costa de Matt Thornton.
Quinto abridor de la rotación de Boston durante la campaña regular, Doubront también era consciente que cuando iba a ser llamado a lanzar sería en situaciones en las que su equipo estaría abajo en el marcador.
No le tocó actividad en la primera ronda y subió al montículo en la serie de campeonato contra Detroit en un par de juegos en los que Boston perdía por un margen amplio. Pero no permitió carreras, cubriendo dos innings y un tercio.
Después de quedarse como mero espectador en los primeros dos juegos de la Serie Mundial, el mánager John Farrell apeló a su brazo para relevar Jake Peavey tras el cuarto inning de un duelo apretado en el tercero y respondió colgando ceros en el quinto y sexto innings.
Como Clay Buchholz, el abridor del cuarto juego, no estaba en condiciones para una salida larga al padecer de debilidad en su hombro derecho, Doubront sabía que tenía que estar preparado para relevar.
El domingo, Doubront respondió a lo grande al ingresar al juego en el quinto inning, para lanzar en días consecutivas por apenas cuarta vez en una carrera de cuatro años y la primera desde el 19-20 de septiembre de 2011.
Fue el lanzador que se acreditó la victoria, de 4-2 ante los Cardenales de San Luis. La serie quedó empatada 2-2.
Doubront retiró a los primeros ocho bateadores que enfrentó hasta que recibió un doble del emergente Shane Robinson con dos outs en el séptimo. Craig Breslow entró en relevo y permitió un sencillo a Matt Carpenter que acercó 4-2 a San Luis. Cuando Carlos Beltrán recibió un boleto, Matt Holliday se presentó a batear con la posibilidad de voltear la pizarra. Sin embargo, Junichi Tazawa sofocó la amenaza al retirar a Holliday con un rodado.
«Sentía que soltaba el brazo como un látigo», dijo Doubront, el primer lanzador venezolano en ganar un juego de Serie Mundial desde que Freddy García se impuso con los Medias Blancas de Chicago en el duelo que concretó una barrida ante los Astros de Houston en 2005.
Doubront recetó tres ponches, con 20 strikes en sus 32 pitcheos.
«Nos aportó todo lo que podía», dijo Farrell. «Después de dos innings anoche, vino y sacó un inning rápido, con nueve pitcheos, dándole la habilidad para tirar una tercero, ya que es tan eficiente. No cae presa del pánico, siempre con aplomo».
Fue una decisión que se tomó tras una reunión con Farrell y el coach de pitcheo Juan Nieves en la que debió convencerles que estaba en condiciones de lanzar en noches seguidas.
«Confiaron en mí, de que les estaba diciendo la verdad, de que podía dar dos innings», contó Doubrount a The Associated Press. «Creo que ellos lo vieron en mi cara, me dieron esa oportunidad y salió un inning más.
Doubront dijo que lanzó mejor el sábado, «Es algo que he experimentado antes. Ayer (el sábado) fue como estirar el brazo y esta noche fue impresionante como la pelota salía de la mano, la localización perfecta, todo compaginado».
Durante la temporada regular, Doubront logró marca de 11-6 con 3.87 de efectividad en sus 27 aperturas.
Sus actuaciones en esta Serie Mundial apuntalan su figura como parte de la rotación de los Medias Rojas para el próximo año.
Doubront no tenía idea alguna que era el primer pitcher venezolano victorioso en una Serie Mundial después de ocho años: «¿De verdad? Estoy contento, nada más por la labor que hemos hecho. Hay muchos peloteros que quisieran estar aquí, así que estoy disfrutando cada momento».