El laberinto ideológico de Maduro

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El cantón

En Venezuela la izquierda como posición política desapareció. La han enterrado los militares sin serlo al proclamarse socialistas y también colaboran en el sepelio quienes han declinado principios de toda su vida frente al temor de ser calificados como militantes de esta corriente de pensamiento.

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La gran mayoría de dirigentes del PSUV que andan blasonando de ser unos revolucionarios en realidad son simplemente burócratas sin ninguna formación doctrinaria ni intelectual, quienes para simular estar con el proceso se convierten en megáfonos de peroratas ideológicas que no entienden.

Y no es que ser socialista sea bueno o malo, igual de inútil que autoproclamarse defensor de la economía de mercado, todo se reduce a jugar un ajedrez político donde lo ideológico funciona como investidura teórica para enmascarar las reales motivaciones de los involucrados, el Poder, conquistarlo, mantenerlo y disfrutarlo, tal y como de forma descarnada lo expuso Nietzsche.

El problema para quienes optan por autodefinirse como socialistas es que se ven obligados a manejar temas escabrosos, obstrusos y absolutamente distantes de la cotidianidad, ya que el socialismo o comunismo se ató desde sus orígenes a lo filosófico y dentro de este campo a las teorías hegelianas sobre la Filosofía de la Historia y la Totalidad, ya que Marx asumió estos enunciados como una plataforma cognitiva para interpretar y explicar la dinámica del Sujeto-Historia.

Por supuesto que por esta angosta entrada quedan fueran del socialismo millones de personas que orgullosamente dicen serlo, aunque nada hay de ridículo o de impostura en apropiarse de un espacio sobre el cual nadie en especial ha podido ejercer dominio y quienes podrían hacerlo, académicos e intelectuales de tiempo completo, son unos castalios con poco interés hacia la política.

Otra cosa es ser de izquierda, lo cual si es una posición política (la inician los Jacobinos) que no requiere de extenuantes lecturas ni de mortificantes revisiones epistemológicas para asumir las rupturas paradigmáticas como vía para el establecimiento de un nuevo cuadro de valores revolucionarios. Ser de izquierda es simplemente estar con los socialmente más débiles y en contra de los grupos que concentran el poder político y económico al mismo tiempo. Entonces ser de izquierda es una puerta ancha y generosa por donde cabe el pueblo, a diferencia del socialismo que es un club de talentosos ideólogos.

Y es que a los obreros, campesinos y gente de a pie en general ( franja social que conforman los territorios naturales de la izquierda), no les importa mucho el embrollo teórico de los intelectuales sino que están centrados en aspectos más pedestres de la vida como la vivienda, el alimento, la salud, la seguridad, la recreación y otros temas “baladí” que no califican en el menú de transcendencias heurísticas que deben abordar los auténticos revolucionarios socialistas. Por entender esto Haya de la Torre tuvo más éxito político que Mariátegui, Betancourt que los hermanos Machado y Hugo Chávez que Teodoro y José Vicente.

Hugo Chávez quien llenaba los espacios de sus carencias ideológicas con una excepcional inteligencia retorica, lograba vestir con florilegios verbales y citas explosivas sus posiciones y argumentos gubernamentales. Lo cual le ha sido imposible al Presidente Nicolás Maduro quien del Comandante Supremo solamente ha podido copiar el tono jupiterino y la misilistica de la palabra.

Este es uno de los dramas del Presidente Maduro, intenta parecerse a Hugo Chávez y esto abre las puertas para comparaciones que lo colocan como un imitador calamitoso. Todos los analistas y políticos saben que sus dotes políticas están en el terreno de la negociación y el dialogo, no obstante para no lucir débil ante Diosdado y el sector radical, se lanzó por el camino de convertirse en un dirigente duro e implacable. Otra derrota más de José Vicente Rangel y la ratificación del control ejercido por Ramiro Valdez. Vive el Presidente Nicolás Maduro en el laberinto de una ideología que no maneja y las instrucciones encontradas de un semáforo que está en rojo y verde al mismo tiempo.

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