…una vez un rey que convertía en oro todo lo que tocaba… ¡Así no empieza el cuento!, pero haré una cosa más comprensiva mis amigos: Por causas aún no muy esclarecidas (pero por democracia), llegó al poder un rey a gobernar, para luego partir a ultratumba o, al más allá…, pero llegó otro rey, que también mancillando la voluntad constitucional (mi sufragio no fue para él) se adueñó del poder absoluto de la herencia que dejó el otro rey.
Estamos en una republiqueta de reyezuelos, al margen de los adelantos políticos, tecnológicos, económicos y…., de los demás países Latinoamericanos desde Río Bravo hasta la Patagonia y el Estrecho de Magallanes, en muy pocas palabras estamos en la más absoluta de las “quiebras”.
En este maltratado y ajado país todo está al revés: “Con carreteras de oro y morocotas de canto”; ahora somos víctimas de un Midas, pero de una versión al revés. Midas, legendario Rey de Frigia, que castigado por Apolo le salieron orejas de burro, y, todo lo que tocaba lo convertía en oro, pero éste señor y moderno rey actualizado es todo diametralmente opuesto: todo lo que toca lo convierte en otra cosa, en pura miasma… Todo lo convierte en absoluta quiebra o lo hace desaparecer, cual gestual diestra de Mandraque el mago en un escenario. Desaparece la gente (inseguridad), la leche, la harina, el cemento, la cabilla, el salario, la comida en general…, y, lo más cumbre, desaparece el íntimo y personalizado papel tualé.
¡Qué maravilla! se me ocurrió una “Eureka” (que envidia sentiría Arquímedes), con respecto a la escasez y desaparición del higiénico rollito, aunque de diferentes cualidades y calidades, siempre será papel tualé.
La Eureka consistiría que se convirtiesen algunos industriales, comerciantes y buhoneros en vendedores de tusas, elevándolo así a los altares del consumismo, como también aliviaría el desempleo, con la imagen de la tenue y delicada tusa, como lo fue desde épocas post-colombinas (léase Francisco Herrera Luque y Los Amos del Valle), hasta los años ’30 del pasado siglo XX, reviviendo añoranzas de algunos de la tercera y media edad, que aún gozan de longeva vida. ¿Cómo se usó la tusa…? pues, ¡no lo sé!, soy de MPJ para acá… y, gracias a la llegada de los gringos, y Creole Petroleum Corporation, Shell, Esso, Mobiloil, comisariatos. Sears, etc… en Venezuela comenzó el uso del papel sanitario, aun entonces en uso las añoradas e íntimas bacinillas, o excusados… También algunos boli-burgueses, aún longevos usaron lo que ahora es anticuado: sus tusas, tenues y con aristas. En ésta epopeya de la tusa existe un fundamento histórico, pero he insistido en darle más importancia, porque, aunque parezca paradójico y jocoso, la tusa volvería a los anaqueles de los chinos, supliendo al bendecido papel…
Sería cuestión de tiempo y domesticar a través de los medios a la tusa ¡Que imaginación, observar una cuña por señal abierta, directv , cable, etc, a VTV en el extranjero, una tusa…!