Los trabajadores de la planta Cemex, ubicada al norte de Barquisimeto, se encontraron con una desagradable sorpresa ayer en la mañana cuando acudieron a cumplir sus labores. Un piquete de la Guardia Nacional Bolivariana interrumpía el principal acceso a la industria cementera, impidiendo a los empleados acceder a sus puestos de trabajo.
El jueves, los trabajadores habían realizado una protesta dentro de las instalaciones, denunciando diversas irregularidades y señalando la supuesta intención de la empresa de “silenciarnos para que la gente no sepa lo que ocurre aquí adentro”.
Para Orlando Chirinos, secretario de organización del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cemento del estado Lara (Sintracel), la acción de impedirle a los empleados el ingreso a la planta es una respuesta de la gerencia “a las denuncias que hemos venido realizando desde hace más de cinco años”.
“Nosotros mantenemos una lucha de largo aliento por dos propósitos fundamentales: la discusión del contrato colectivo y el rescate de la industria, que se encuentra en una situación de cierre técnico a causa de la desinversión. La directiva nos pidió una tregua hasta el miércoles para dar respuesta a nuestras solicitudes, pero la misma ya llegó a su fin”.
“Queremos denunciar que la directiva de la planta cementera de Barquisimeto convirtió el cierre técnico en un paro patronal, lo cual va en detrimento de los intereses de la nación, por cuanto se trata de una empresa estratégica y se están afectando directamente programas de importancia superior, como la Gran Misión Vivienda Venezuela”, recalcó.
Señaló que mientras al grueso de la masa trabajadora no se le permitía entrar a las instalaciones, 25 empleados permanecían “secuestrados” dentro de la empresa.
Asimismo, recordó que “con esta acción se nos está violando el derecho humano y fundamental al trabajo. Los empleados estamos dispuestos a ocupar nuestros puestos, con la firme intención de recuperar la productividad y poner a esta industria al servicio del pueblo”.
“Nosotros responsabilizamos directamente a la gerencia de Planta Lara, por poner en riesgo a esta empresa de propiedad social. A ellos le atribuimos totalmente la situación de crisis que está atravesando nuestra cementera”, sentenció.
En tal sentido, manifestó que exigen la destitución del director de planta, Yorman Rudas, y de todo el tren gerencial. “Ellos jugaron a este paro, y tienen que responder al país por los puestos de 600 trabajadores y sus familias”.
“Hacemos un llamado a la Inspectoría del Trabajo, al Ministerio de Industria y al presidente Nicolás Maduro, para que acudan a nuestra planta y se den cuenta de lo que ocurre. También invitamos a las comunidades organizadas y al movimiento obrero a que se sumen a nuestra lucha por defender esta empresa nacionalizada”.
Cinco años sin discusión del contrato colectivo
Chirinos recordó que el contrato colectivo de los trabajadores de Planta Lara no se discute desde hace cinco años. “Hemos pedido una compensación salarial, que permita ajustar nuestros ingresos a la realidad económica del país”.
“Además de la negativa por parte de la gerencia de discutir la convención colectiva, tenemos una situación de incumplimiento de la que está rigiendo actualmente”, detalló.