El diputado Julio Borges, solicitó este martes un amparo constitucional a la justicia, en un acto que calificó de «simbólico» para denunciar la «impunidad» en el país y la «persecución» a la dirigencia opositora tras recientes acciones legales contra este sector.
«Es una justicia que se ha dedicado más bien a la política, a perseguir a la dirigencia política y deja al resto de los venezolanos en total impunidad», expresó Borges a la prensa tras hacer el pedido al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
«Con este amparo queremos simbolizar cómo los venezolanos tienen una justicia paralizada, partidizada y de espalda a los venezolanos», agregó el diputado, coordinador nacional del partido Primero Justicia (PJ), del líder de la oposición Henrique Capriles.
La oposición venezolana considera que varios poderes del estado, entre ellos el TSJ y la Fiscalía General, serían afines al gobierno de Nicolás Maduro y utilizados para perseguirla, lo que es rechazado por el oficialismo.
Borges denunció además el «acoso» a los opositores en el Parlamento, donde a él y a la diputada Nora Bracho los sancionaron con 30 días sin derecho a hacer uso de la palabra por interpelar a gritos a Maduro en una comparecencia hace dos semanas.
El jueves pasado, el TSJ además aceptó solicitudes de la Fiscalía para el antejuicio de los legisladores opositores Juan Carlos Caldera y Mercedes Aranguren, ésta última exchavista, por supuestamente recibir sobornos y malversación de fondos públicos, respectivamente.
Ambos diputados, que denunciaron persecución política en su contra, son investigados en el marco de la cruzada anticorrupción encabezada por Maduro, sin importar el color político -asegura-, que ya dejó sin fuero al legislador de PJ Richard Mardo, acusado de enriquecimiento ilícito y fraude fiscal.
El fin de semana, Maduro dijo que denunciaría ante la Fiscalía al gobernador opositor del estado Lara (noroeste), Henri Falcón, si éste no aclaraba unas declaraciones sobre un «nuevo gobierno» y la «reinstitucionalización del país» que según el mandatario escondían intenciones golpistas, cosa que el dirigente negó tajantemente.