La alegría volvió a las filas del Deportivo Lara. Y todo producto del gol. El conjunto rojinegro, a diferencia de presentaciones previas, llegó pocas veces, al menos con claridad, pero, gran virtud, aprovechó las ocasiones fabricadas para hacerse con una importante victoria 2-1 sobre Llaneros de Guanare que trae tranquilidad y levanta los ánimos de cara a dos partidos de alto nivel que se avecinan y que pudieran meter al equipo en la pelea por los primeros lugares.
No hubo sorpresas en la alineación del técnico interino Rafael Santana. El veterano de mil batallas, como había adelantado en la semana, envió al campo a un equipo muy ofensivo, con los laterales bastante sueltos, siempre cruzando el ecuador de la cancha para terminar como punteros por sus bandas, y un Vicente Suanno en funciones de enganche, colaborando en la creación y con disparos desde fuera del área.
La tenencia de balón fue del cuadro rojinegro. Pero no hubo muchas ideas. El rival exhibió orden en defensa y puso las cosas difíciles para el ataque larense en el primer cuarto de hora.
Por fortuna para los larenses, la pelota quieta, esa que había sido aliada en las etapas de gloria, los momentos de la inolvidable estrella, apareció y supuso un alivio cuando era necesario marcar para evitar la presión. Ocurrió al minuto 19 y con un tiro libre de Miguel Mea Vitali. En el momento justo, antes de que apareciera esa presión que hizo daño en anteriores encuentros, cuando no llegaba el gol y obligaba al juego desesperado, sin cabeza fría.
Se había conseguido anotar y tomar la delantera, uno de los primeros objetivos, y venía otra tarea: mantener el arco en cero. No se logró el segundo cometido por un error de Alan Liebeskind al filo del entretiempo.
Tocaba, entonces, sacar a relucir la jerarquía, el carácter guerrero del equipo, para llevar adelante un partido que era una especie de final para los crepuscular. Y lo destrabó el argentino Hernán Zanni, uno que no había podido ser regular por algunas molestias y por problemas con la visa de trabajo, pero que ofreció una exhibición de calidad con su exhibición del domingo.
No es, todavía, el Deportivo Lara sólido, el que maneja a su antojo los encuentros, que los cierra sin sobresaltos. Pero, lo más importante, sumó los tres puntos después de dos partidos con derrota y, además, sin marcar goles. Por cierto, dato interesante, es apenas la segunda vez en la campaña que el cuadro larense anota más de un gol, tras el 3-0 de la segunda fecha.
Toca pensar en Carabobo y Caracas, dos de los que están arriba. Sacar buenos resultados antes estos equipos, al menos cuatro de seis puntos, significaría subir varios puestos en la clasificación, a la espera de la negociación con José de Jesús “Chuy” Vera, a quien le ofrecerán la dirección técnica esta semana a su regreso de Estados Unidos.