Un tren de pasajeros chocó contra el fin de la línea el sábado, en la misma estación de Buenos Aires donde 52 personas murieron en un accidente similar el año pasado.
La secretaría de Seguridad afirmó que hay «58 heridos, 5 con fracturas y ningún caso de gravedad».
Inmediatamente después del accidente, un grupo de pasajeros descargó su furia contra los trabajadores del ferrocarril, intentó atacar al conductor, rompió vidrios en la estación y arrojó piedras en las calles aledañas. Los pasajeros le gritaron «asesino, asesino» al conductor.
Intervino la policía, y el trabajador fue detenido y hospitalizado, mientras agentes antimotines imponían el orden.
Jorge Ramírez , un cocinero de restaurante de 47 años que viajaba en el tren, vio al conductor encerrado, atrapado adentro la cabina. Dijo que «la gente trató con ira de golpearlo, la policía intervino».
Ramírez dijo que tomó el tren en la estación suburbana de Moreno, al oeste de la capital.
«Viajaba en el segundo vagón, y fue todo una tragedia», dijo. «Vi gente golpeada, gritando, y otras personas tiradas en el suelo. Mientras tanto, la gente que estaba esperando en el andén comenzó a ayudarles a salir porque las puertas estaban cerradas».
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, dijo a la prensa que por el momento no se podía establecer la causa de que el tren en lugar de frenar se estrellara contra la barra de contención y acabara apretado entre el piso y el techo de la plataforma. Un extremo del tope hidráulico de contención se hundió en el primer vagón, mientras que el otro extremo destruyó los molinetes del andén.
Equipos de rescatistas médicos, bomberos, y policías acudieron a evacuar el tren en la concurrida estación central Once, pero muchos pasajeros optaron por romper ventanillas para salir de los vagones cuyas puertas no se abrían.
«De repente el tren no paraba, descarriló y chocó contra el techo, que lo frenó. Luego comenzó a salir un humo impresionante», DIJO Maxi Jaquet, vendedor de salchichas en la estación. «Corrimos y empezamos a ayudar»
La línea Sarmiento, que sirve a los suburbios del oeste de la capital argentina, habitualmente está atestada de pasajeros. El choque de febrero de 2012 dejó 52 muertos y cientos de heridos en los vagones destruidos. El accidente de este sábado sucedió a las 7.25 locales (10.25 GMT), cuando el volumen de pasajeros es menor.