El ex contratista de seguridad Edward Snowden tiene más secretos para compartir y se quedaría en Rusia «para asegurarse que la verdadera historia sea contada», dijo el miércoles su padre.
Lon Snowden habló en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York poco después de llegar a Estados Unidos tras una visita de una semana a su hijo en Moscú.
Es la primera vez que se ven desde que el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) recibió un asilo temporario en Rusia este año, tras filtrar información sensible sobre las operaciones de las agencias de seguridad estadounidenses.
Al ser consultado sobre qué le dijo su hijo durante la visita, Snowden declaró a periodistas: «Quedarse, pero ese fue mi consejo. No es necesariamente lo que hará. El está cómodo. Está feliz. Y está absolutamente comprometido con lo que ha hecho».
Las revelaciones de Snowden sobre el alcance y los métodos de la NSA, incluido el seguimiento de grandes volúmenes de tráfico de Internet y registros telefónicos, han generado roces con aliados de Washington como Alemania y Brasil.
Sus defensores dicen que es alguien que ha hecho mucho por los derechos humanos, mientras que los críticos señalan que es un traidor.
«Hay mucho más para compartir», remarcó Lon Snowden.
Quedarse en Rusia le permite a Snowden «asegurarse que la verdadera historia sea contada», dijo su padre.
«El no es un fugitivo. Es un asilado de la Federación Rusa y la prensa necesita tener eso en claro, y creo que nuestro Gobierno lo ha entendido», agregó.
Rusia ha mantenido en secreto el lugar en que Snowden se reunió con su padre, al igual que dónde está viviendo. Moscú también ha mantenido al ex contratista alejado de la prensa y el público. Se supone que está guiado por un abogado que se cree tiene contacto con los servicios secretos rusos.
El presidente ruso Vladimir Putin, un ex agente de la KGB, ha dicho muchas veces que Rusia daría refugio a Snowden siempre y cuando no siga dañando los intereses estadounidenses.
Sin embargo, ha usado el caso para criticar a Washington y acusarlo de hablar de derechos humanos ante el mundo pero no respetarlos en su territorio.