Partiendo de términos básicos, el circo es un espectáculo artístico, itinerante, que tiene acróbatas, payasos, magos, tragafuegos y sobretodo animales, eso es teóricamente un circo. Ahora bien, haciendo una analogía de lo que se vive en Venezuela, se puede afirmar que desde hace rato… esto parece un circo, debido a que todos los días ocurre una mojiganga distinta y risible; como por ejemplo, expulsar a los gringos por sospechar que sabotean el sector eléctrico, esto simplemente es para morirse de la risa.
Antes de continuar, puedo asegurar en un 99% que esto no es así, ya que le quitaría valor al espectáculo fijo, de las iguanas y rabipelados, que desde hace años se encargan de estas acrobacias, es decir, formalmente estas especies son las encargadas de morder y hartarse los cables de las principales troncales del fluido eléctrico en nuestro país. ¿Entonces como pueden aparecer otros culpables?. No lo creo, me da risa y me cuesta entender esas afirmaciones infundadas de mis hermanos norteamericanos, sí digo por la calle del medio mis hermanos, ya que si tengo hermanos en Rusia, China, Argentina, Brasil, Cuba, Ecuador, Bolivia, Siria, entre otros ¿Qué de extraño sería tener consanguinidad en los estados americanos? El otro 1% restante lo dejo para la duda, en caso que los norteamericanos fueron los que adiestraron a las iguanas y rabipelados, solo así se comprobaría cierto grado de complicidad.
Bueno continuando con la teoría del circo, éstos generalmente se realizan en espacios circulares –carpas- y se disfruta de varios espectáculos al mismo tiempo. En contraparte el circo venezolano tiene la forma del mapa de Venezuela, abarca todo el territorio nacional, es fijo y se ha vuelto tan cotidiano las actividades que la pasan en cadenas, obviando los anuncios de la cartelera del día.
Tenemos acróbatas, representados por aquellos que pasan de una cartera ministerial a otra, sin más ni menos. Payasos, estos abundan y hacen reír, son chistosos de naturaleza, completamente genuinos. Uno de sus espectáculos favoritos es decir incoherencias, palabras inexistentes y cambiar las matemáticas. Se cuenta con magos, encargados del sector económico, que manejan estadísticas increíblemente perfectas, que como ingeniero me da envidia, la discrecionalidad para manejar estadísticas. Y por ultimo también hay tragafuegos, caracterizado por aquellos personajes que cuando abren la boca –expulsan fuego- con su lenguaje grosero y escatológico, muy alejado de un jardín de flores.
Por estas cosas y algo más, creo firmemente que vivimos en un circo continuo, aunque también optimista, que en algún momento no solamente bajará el telón de este espectáculo, sino que caerá completamente la carpa que acobija estos ideales absurdos y efervescentes que mantienen a una Venezuela polarizada, y no precisamente en porciones iguales.