Sin tregua – Habilitante… ¿para qué?

Uno se pregunta: ¿Cómo creerle a Maduro que esa habilitante en realidad es para “combatir la corrupción”? Resulta demasiado obvio que la quieren usar para otras cosas como los atropellos a los trabajadores, comunidades o líderes de la Alternativa Democrática que confronten al régimen reclamando reivindicaciones o respeto a la Constitución vigente.
Luego, es fácil inferir que quieren la habilitante para la persecución, el abuso de poder, para imponer varias de aquellas cosas a las que el pueblo dijo NO en el referéndum de la reforma constitucional de 2007 y quizás hasta para designar solos, violando otra vez la Constitución, a los magistrados del TSJ, al CNE y a un contralor complaciente que no le ponga freno a la corrupción que “está acabando con la revolución” según palabras del vicepresidente Arreaza.
Y es que, incluso eso que llaman “la radicalización de la revolución”, con todo y lo inconstitucional que es, solo enmascara y trata de darle legitimidad “ideológica” a lo que tan solo es más concentración de poder en un cogollito que ya es muy corrupto y que podría serlo aún más porque “el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente”. La burguesía, las mafias rojas rojitas florecerán mucho más de lo tanto que ya ha sido en éstos años porque una Ley Habilitante que delega poderes absolutos sin freno ni límite en una sola persona o grupito, impide los pocos controles y equilibrios que aún quedan. Es, pues, caldo de cultivo para la corrupción. La única limitante será, entonces, si el grupo corrupto de uno de tantos “negocios” colide con los intereses corruptos de otro grupo que tenga más influencia en el cogollito. En el choque alguien cae, como pasó en el caso Mario Silva o Rafael Izea.
El cuento chino ¿O cubano? De la “guerra económica” es tan solo una forma de no asumir responsabilidades. ¿Cuál factor hace “guerra económica” en la escasez de cemento y de cabillas si el gobierno del Psuv es dueño absoluto de toda la estructura productiva? Justamente por eso es que hay menos cemento y menos cabillas. Desde que estatizaron esas industrias las arruinaron. ¿Por qué falta leche, carne, pollo, azúcar, café –y pare de contar- que no sea por las expropiaciones de fincas que se convirtieron en “charrascales”, por la estatización de las agroindustrias o por la destrucción de Agro Isleña que degeneró en una “Agro Patria” que ya no rinde ni el 20%? ¿A quién van a culpar?
Aquí mismo, en Barquisimeto, los trabajadores de Lácteos los Andes, Alentuy o Corpoelec, incluyendo los que dan votando por el “madurismo”, muchos, en realidad, dicen “ya no más”, sufren en carne propia cómo el grupito en el poder que dicen ser “revolucionarios”, pero no tienen escrúpulos en atropellarlos. ¿Acaso no tratan de culparlos sobre la baja producción o las deficiencias en el caso del servicio eléctrico cuando todo trabajador sabe las causas verdaderas de los que está ocurriendo en esas empresas?
En fin, ¿Cómo creerles si esos mismos 98 diputados oficialistas son los que una y otra vez han dicho NO cuando se ha pedido abrir investigación sobre, por ejemplo, el Sistema Hidráulico Yacambú-Quibor, el caso Pudreval y los 140 millones de kilos de comida podrida. O cuando negaron la investigación sobre la “mafia de las cabillas” para así proteger  a los “peces gordos”? Cuando los diputados democráticos pidieron la investigación, Cabello dijo con su habitual arrogancia: ¡“negado”! y los 98 alzaron sus brazos. ¿Ahora si son sinceros en la “lucha contra la corrupción”? esos 98 impidieron investigar el caso Bandes por el que hay 4 altos jefes presos en EE.UU por sobornos y ganancias ilegales de 66 millones de dólares  de dineros venezolanos. Negaron investigar  el desfalco al fondo de pensiones de Pdvsa. Y negaron “entrarle” a la denuncia hecha por la que fue presidenta del BCV acerca de los “20 mil millones de dólares que sacaron por Cadivi empresas de maletín”. Misma denuncia-confesión que hizo Mario Silva en el video aquel. ¿No fueron ellos mismos los que crearon Cadivi, no son ellos mismo los que lo manejaron sin control? ¿A quién van a culpar de esa “guerra cambiaria”?
La otra “de vaquero” es el interés en legislar contra la corrupción. Pero resulta que ya existe una Ley Anticorrupción, aprobada en el 2001 y que muy poco se aplica. Peor aún: Existe una reforma para mejorarla, aprobada por unanimidad en la AN tanto en primera como en segunda discusión, pero los jefes rojitos de la directiva la engavetaron. ¿Entonces? Habilitante ¿para qué?