Ciertamente el presidente Maduro no es un profesional estrictamente hablando. Nunca asistió a ninguna universidad. Mucho menos tiene alguna formación universal adquirida en cursos de cuarto nivel. No es un avanzado técnico como Lula, que sin ser universitario era un obrero metalúrgico altamente especializado.
Maduro, dicen todos su ministros adulantes es presidente/trabajador, tratando de presentar sus deficiencias académicas, científicas y culturales, en general, como una ventaja, yo diría, inútilmente.
Por cierto, Capriles, recuerda que Lula se presentó en el 1989, 1994 y 1998 como candidato y en esas tres oportunidades perdió las elecciones. Casi como Caldera. Es un dato para tener en cuenta. Bueno, sigamos con lo nuestro.
Maduro es un chofer de autobús, ello no lo demerita en nada, casi todos los venezolanos que vienen progresando en la sociedad tienen origen humilde. Los millonarios y príncipes venezolanos siempre estuvieron completos, aunque con este gobierno ha surgido uno que otro multimillonario. El diputado cebolla y pimentón. Todos saben quién es. El Rey de Cadivi. El Zar de la Cabilla. El Emir del Cemento. El Khalifa de Mercal y Pdval. El Magnate de los Seguros de Pdvsa. El Mandamás del Cemento. El Rico MacPato de las máquinas de Smartatic. Y otros por el estilo.
Bueno, pero antes de ellos los ricos estaban como completos, reza un dicho popular, y el resto de la venezolanidad luchaba por ascender en la escala social. En general, todos los presidentes venezolanos han exhibido títulos universitarios. Hay dos que no, Rómulo Betancourt cuya obra literaria no será jamás alcanzada por Maduro y mucho menos su estatura como político en el escenario mundial; y Carlos Andrés Pérez con sus apoyantes y detractores. Pérez cruzó por algún tiempo las aulas universitarias sin llegar a culminar grado alguno. Decíamos entonces que el presidente Maduro ha sido, por decirlo de una manera elegante, el más humilde en términos de formación teórica, de todos los presidentes y de allí, tal vez, sólo tal vez, pueda explicarse sus numerosos, continuos, y hasta espantosos errores en todos los órdenes.
Muchos dicen, creo que a manera de guasa, que es una estrategia magnífica y genial, cometer errores en matemáticas, geografía, historia y otras ramas del saber, como una forma de distraer a la oposición que en lugar de ocuparse de los problemas fundamentales del país, de las trabas en la economía, el desastre del dólar paralelo, el desempleo, la violencia desatada, la inflación enloquecida, la división de la sociedad, la crisis hospitalaria, la droga entre los hombres de uno, dos y tres soles, se reduce a burlarse de los errores, deslices y resbalones de Maduro en sus apariciones públicas.
Desde hablar de multiplicación de los penes, las capitales de los estados hasta calcular que si al sueldo mínimo de 2.500 bolívares se le agrega un 10% mas, es decir 250 bolívares, este en lugar de incrementarse hasta 2.750 lo eleva hasta más de 4.000. Lo realmente preocupante no es si los continuos y disparatados errores de Maduro son parte o no de una estrategia, lo preocupante del caso es que si tales desaguisados los comete a la vista de Raimundo y todo el mundo, es perfectamente lógico pensar que también los comete en el ejercicio pleno de su papel como Presidente, es decir al momento de tomar decisiones en materia administrativa, económica, política y social.
Ahora Maduro esta empeñado en que le aprueben una Ley de Poderes Especiales para dictar normas, procedimientos y reglas en materia económica, partiendo de un disparate teórico, de una irracionalidad económica, Maduro está convencido, algo tendrá que ver Giordani con ello, que el problema del desabastecimiento se debe a unos seres horribles, a unos genios del mal, unos magos del entuerto quienes esconden los productos y los acaparan y de lo que se trata es, por una parte, descubrir el escondite donde están los bienes y por el otro, intervenir y nacionalizar las empresas que no estén produciendo a cabalidad. Permítanme exclamar. Vergacion. Casi todas las empresas del Estado están en rojo, en quiebra, en crisis. En otro renglón, buscan encontrar los gnomos, los brujos miserables que suben el dólar paralelo hasta llevarlo a casi 8 veces su cambio oficial y finalmente desenmascarar los mecanismos perversos que usa el Imperialismo norteamericano para crear inflación en nuestra economía e impulsar maliciosamente un crecimiento acelerado de los precios que nos acerca peligrosamente a la hiperinflación. Esta Ley de Poderes Especiales que Maduro y su administración necesitan, que disparate, para mejorar la economía y producir un estado avanzado de bienestar para todos será inequívocamente el proyectil administrativo que una vez que entre a la recamara del revolver parlamentario saldrá disparada para alcanzar el auto suicidio del gobierno. A partir de ella, se los anticipo y advierto, se cometerán delirios, errores, desatinos, y hasta ridiculeces que obligarán a un llamado a elecciones anticipadas.
@ssemtei