Con la destreza de salir ileso y de consolidar posiciones con las pocas armas que tenía en una carrera signada por el caos en su inicio, el piloto venezolano Pastor Maldonado perdió en los tramos finales de la competencia el gran impulso que había tomado al remontar hasta nueve peldaños, cuando los cauchos del FW35 sencillamente se desplomaron en rendimiento y el criollo no pudo hacer nada para responder ante el ataque de sus rivales, culminando en la decimotercera casilla en el GP de Corea, celebrado en la madrugada venezolana sobre el trazado de Yeongam.
“Fue una primera vuelta complicada: Pastor fue capaz de colarse con destreza desde el puesto dieciocho hasta el noveno mientras ocurrían incidentes en el principio de pista. Mantuvo buen ritmo en su primer stint, pero el graining (restos de cauchos) que abundaba en la pista se convirtió en dificultad para ambos coches, haciendo difícil el manejo, particularmente con el caucho delantero derecho. Mantuvimos la estrategia de dos paradas y al cambiar del componente súper suave al medio, el problema persistió” describió Xevi Pujolar, ingeniero jefe de Williams.
El piloto patrocinado por PDVSA se las arregló para adelantar hasta el noveno puesto desde el dieciocho donde partió, al final de la primera vuelta. “Luchamos duro para mantener posiciones ante autos que eran segundo y medio más rápido que nosotros, así que administré el coche, no para ser rápido porque no se podía, sino para hacer una carrera constante, persistente. En esta ocasión la entrada del auto de seguridad nos perjudicó, sobre todo en la segunda, cuando los de atrás recuperaron la ventaja que les llevaba y ya era muy tarde para responder con mis cauchos, en la parte final de la carrera” señaló Maldonado.