Tanto el Gobierno Nacional como las líneas aéreas conocen de manera fidedigna quiénes son los usuarios que viajan satisfactoriamente y quiénes por el contrario no lo hacen, asegura la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), por lo que objetan la instalación de captahuellas en los aeropuertos para la activación de las tarjetas de crédito, una vez que el pasajero aborde la aeronave.
Califica la organización a esta medida como improvisada, incómoda para los ciudadanos correctos que cumplen la ley, quienes corren el riesgo que no les funcionen sus tarjetas en el exterior por fallas en la plataforma.
A través de un comunicado señalan que el Estado atendiendo a sus facultades y obligaciones ejerce un total control migratorio, es decir, mediante las estructuras controladas por la administración pública puede determinar con precisión quién y cuándo un ciudadano sale y entra al país; por otra parte las líneas aéreas manejan de manera precisa la información sobre los ciudadanos que anulan sus pasajes o los que no abordan cuando estaba previsto.
Dicho de otra manera, el gobierno nacional y las aerolíneas saben de manera fidedigna quién viajó y quién no, afirmando que no pueden entender la necesidad de esta medida improvisada, incómoda para los ciudadanos correctos que cumplen la ley, quienes se enfrentarán a un nuevo riesgo de que sus tarjetas no funcionen fuera del país por fallas de tal plataforma en un momento dado, como ha ocurrido en el pasado, además de que nuestros aeropuertos suelen colapsar por los procesos de seguridad naturales de la actividad, como para agregar un nuevo eslabón o posible cola a la hora de abordar.
Considera Anauco que el Estado debe ejercer sus funciones de manera eficiente, debe prevenir y castigar el fraude, pero esta medida que se anuncia nos deja ante la siguiente reflexión: o nuestro control migratorio no está funcionando adecuadamente como para determinar quién viajó y quién no viajó, o las aerolíneas no reportan las irregularidades de manera oportuna, o lo que es peor, teniendo todas las estructuras de prevención necesarias, se ha permitido que de manera masiva ante la mirada de todos, por años ocurra este fraude para la nación, que representa el enriquecimiento de un grupo en contra de la necesidad de divisas que tiene el pueblo de Venezuela
Aerolíneas no pierden dinero
En cuanto al aumento de pasajes que pretende ALAV justificar con esta situación, manifiestan su total inconformidad, ya que no es cierto que las aerolíneas estén perdiendo dinero porque supuestamente sus aviones viajan vacíos, todos sabemos que al contrario, cuando alguien anula un boleto lo penalizan y además vuelven a vender el asiento a otro pasajero, si alguien simplemente no se presenta para el viaje y no anuló el boleto, tampoco pierden dinero, es práctica común la sobreventa de cupos y las listas de espera que se manejan en nuestros aeropuertos. En tal sentido rechazan los aumentos desmedidos que están teniendo los pasajes para los venezolanos, aumentados en algunos casos hasta en un 300%.
En conclusión solicitan al gobierno nacional eficiencia para perseguir y castigar al actor de fraude, pero sin que ello signifique o produzca efectos negativos contra los derechos de los ciudadanos correctos que cumplen la ley, como ocurrió con la eliminación de las tarjetas prepagadas, cuando se nos dijo que ya no habría más fraude y como costo de la medida se dejó fuera del acceso a las divisas a millones de ciudadanos que no tienen tarjetas de crédito.