“A cada rato nos cierran la carretera y tenemos que perder el tiempo hasta que llegue una autoridad y hable con la gente. Ya está bueno de tanta tranca por algo ante lo cual nosotros no tenemos nada que ver”.
De esa forma se expresaron varios conductores de vehículos que cubren rutas desde y hacia Barquisimeto procedentes de los municipios Jiménez, Morán y Andrés Eloy Blanco, mientras esperaban resignados el cese de la protesta que este jueves realizaron obreros de la empresa que construye la escuela comunal La Represa, en el caserío del mismo nombre, sector Yogore.
A las cinco y media de la mañana colocaron restos de árboles en la arteria vial impidiendo el tránsito automotor en ambos sentidos.
Johnnys Romero, secretario general de Sintromocola, el sindicato que los agrupa, explicó que la protesta es contra la contratista Queiroz Galvao, encargada de la obra, por las deudas que tiene contraidas por diferentes conceptos como tickets de alimentación, retroactivo del aumento presidencial de mayo, útiles escolares y prestaciones sociales correspondientes a 19 trabajadores despedidos hace cuatro meses, a quienes no les han cancelado sus liquidaciones.
En la obra laboran 39 trabajadores y de acuerdo a Romero, la empresa siempre argumenta la falta de recursos por parte del gobierno.
Al lugar se presentaron representantes de la contratista y del INDER (Instituto Nacional de Educación Rural), quienes escucharon los planteamientos de los dirigentes sindicales y prometieron resolver la situación tan pronto el gobierno Nacional “baje” los recursos.
El representante de la empresa argumentó los retardos en trabas burocráticas que estarían a punto de resolverse para que todo vuelva a la normalidad.
Mientras se celebraba la reunión en el medio de la carretera, conductores y pasajeros de numerosos vehículos, de paseo, carga y pasajeros, esperaban impacientemente el fin de la protesta para continuar sus viajes, lo que ocurrió cerca del mediodía.
Entre estos últimos se encontraban Darwin Dudamel, José Rodríguez, Gerardo Rodríguez y Manuel Carmona, de la empresa Tocar, quienes se quejaron de los continuos cierres de la vía que recorren a diario.
“El lunes cerraron en Quíbor y hoy es aquí; no sabemos dónde cerrarán mañana”, dijo Dudamel.
Por otra parte, Gustavo Díaz, habitante del caserío La Represa, dijo que la construcción de la escuela, “es un secreto bien guardado” pues se desconoce la inversión ya que no se colocó la obligatoria valla con las especificaciones.