Su profunda preocupación ante las graves y continuas manifestaciones de violencia física, las severas restricciones económicas y los intentos de alterar por vía legislativa y judicial principios básicos de la autonomía universitaria que, en conjunto, afectan duramente el normal desenvolvimiento de las actividades propias de nuestras universidades venezolanas, dio a conocer el Comité Inter Académico de las Academias Nacionales.
Al fijar posición en torno a esta problemática, señalan que en su carácter de instituciones cuya finalidad es, entre otras, asesorar al Estado en materias de su competencia, a las Academias les preocupa que la universidad venezolana deje de ser un espacio de convivencia y tolerancia, abierto a todas las corrientes del pensamiento para la conducción democrática del país y un lugar de reflexión, indagación y creación intelectual, diseñado exclusivamente para el estudio y la formación del capital humano en las diversa áreas del saber.
Advierten que es alarmante que en tiempos en que el conocimiento se genera a un ritmo insospechado, desde las más altas esferas del gobierno se trate de imponer un modelo de universidad para la formación de cuadros políticamente orientados. Un modelo que ha fracasado en todos los países que lo han hecho y no se acepte que solamente una universidad, cuyo ejercicio se sustenta en la plena libertad del pensamiento y persiga altos estándares de calidad puede contribuir a la formación de ciudadanos libres y profesionales capacitados, útiles para contribuir eficazmente al bienestar social.
Destacan que la reiterada destrucción de los espacios universitarios, perpetrados impunemente por pequeños grupos delictivos, el otorgamiento de un presupuesto anual que se ha mantenido constante en los últimos años y alcanza a la mitad de lo solicitado, así como la imposición del voto paritario de profesores, estudiantes, empleados, obreros y de egresados, para la elección de las autoridades universitarias, van a causar un daño irreversible al desempeño académico de la Universidad autónoma y producirán un efecto nefasto para el futuro del país.
Aseguran tener el convencimiento de que las agresiones físicas a las autoridades universitarias van más allá de lo personal y constituyen ataques orquestados contra la institución universitaria autónoma, para provocar el miedo y la desmoralización de la comunidad. Señalan que la entrega de recursos económicos por la vía de créditos adicionales, es una forma de limitar la autonomía para planificar e impulsar el desarrollo de la actividad académica y con ello disminuir la calidad de los profesionales que egresan y que utilizar la universidad con fines políticos o ideológicos y tratar de lograrlo a través de un sistema de elección de autoridades, tan alejado de los ideales plasmados en la Reforma de Córdoba, desvirtúa de manera sorprendente e inadmisible su función primordialmente intelectual, académica y de investigación.
Hacen un llamado a los distintos sectores que tienen que ver con la vida universitaria, para que respetando la autonomía, reflexionen seriamente acerca del futuro de las universidades autónomas nacionales y hagan un esfuerzo para encontrar vías que garanticen el cumplimiento de los fines de una universidad que sea verdadera protagonista y constructora del avance y modernización de la patria venezolana.
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