Aunque persisten los problemas por la falta de agua en la mayoría de las comunidades de la capital del municipio Torres, los cuales originaron hechos de violencia el jueves, este viernes la ciudad vivió una relativa calma, alterada a veces por quienes, como lo han venido haciendo durante los últimos días, se concentraron en el llenadero ubicado en el inicio de la vía Lara-Zulia reclamando el envío de cisternas a sus comunidades.
Como medida preventiva, ese lugar amaneció fuertemente protegido con uniformados del Ejército y de la Policía de Lara para mantener el orden que en ocasiones estuvo a punto de ser alterado por jefes de familias impacientes por no encontrar respuestas positivas a sus reclamos.
Durante la mañana, se pudo observar cuando varios camiones cisternas salían custodiados por efectivos militares quienes se encargarían de hacer cumplir las rutas fijadas ya que hubo denuncias según las cuales algunos choferes fueron amenazados con armas de fuego y obligados a desviarse hacia sectores no previstos en el programa de distribución.
“Esto es una mamadera de gallo con quienes como yo, vivimos en Loyola y tenemos más de un mes sin recibir una gota de agua”, increpaba Olga Rojas a una funcionaria de Hidrolara quien trataba de calmarla.
“Esto es un despelote. Necesitamos organización para que todos recibamos el agua que tanto necesitamos”, manifestaba por su parte Domingo José Sánchez, del sector Ezequiel Zamora.
¿Y dónde está el alcalde que no se preocupa por problemas tan graves como este que estamos confrontando en Carora?”, se preguntaba Gloria Leal, del sector El Olvido.
“Nosotros no somos políticos; somos gente que merecemos respeto por las autoridades y si ellos quieren hacer política que lo hagan, pero no a costillas de nosotros porque nos tienen en un peloteo, que es culpa de Hidrolara, que es de la alcaldía, que es del Ministerio del Ambiente y al final nadie resuelve”, manifestaba en voz alta Dirson Escobar, del consejo comunal Alirio Díaz, de las comunidades de Provis y Calicanto.
“Hacen falta más camiones para cumplirle a todos”, expresó María Moreno, de Loyola.
En el llenadero sólo se escuchaban quejas mientras seguían ingresando los cisternas. Luego de ser llenados, salían custodiados hacia los sectores que les correspondían.
En el sitio se conoció que procedente de Barquisimeto habían llegado 20 camiones cisternas contratados por Hidrolara y a duras penas se trataba de coordinar la distribución, mientras se esperaba también un incremento de la cantidad aportada por la alcaldía de Torres.
Además, se conoció que algunos camiones particulares estaban surtiéndose de un llenadero provisional abierto en la carretera Lara-Zulia, el cual está fuera del control de Hidrolara, informaron voceros de la institución.
Fotos: Jairo Nieto
