Venezuela está atravesando una situación muy difícil en materia política, económica, alimentaría y más, que para nadie viene a ser un secreto. En las ciencias políticas básicas la situación por la que está pasando el país se describe como un estado de guerra de todos contra todos porque se ven protestas de contrabandistas pidiendo que los dejen trabajar, motorizados que toman las calles con violencia y agreden a mujeres mayores, más mandatarios que los defienden. Hemos olvidado cual es el papel de cada uno de nosotros dentro de la sociedad venezolana y hemos hecho de la constitución leyes sujetivas. A este paso el país está a punto de un colapso y no es por sabotaje de la oposición.
Los funcionarios públicos son los primeros a los que se les olvida cual es su papel dentro del manejo del país. “En un estado de derecho una autoridad no existe para tomar venganza… Un funcionario público está obligado por la ley y la constitución a garantizar la vida, incluso del más terrible y feroz de los delincuentes…” explica el politólogo, doctor en Ciencias Políticas y catedrático de la Universidad Central de Venezuela, Ángel Álvarez. Los funcionarios públicos se encuentran para hacer cumplir los derechos de cada uno de los ciudadanos, para lograr que se haga justicia y para que todos tengamos un trato igualitario. Son escogidos porque poseen ciertas cualidades para lograr cumplir con su trabajo.
El ciudadano común tiene la gran tarea de cumplir las leyes y exigir que se cumplan sus derechos, no por miedo a la justicia sino por ser lo correcto, por ser el primer paso para vivir en una sociedad. Cambio yo para poder cambiar mi entorno, así de sencillo.
“El construir instituciones y que esas instituciones generen los incentivos para que la gente adopte la cultura necesaria para respetar las normas y vivir en convivencia, no es una cosa que se hace de la noche a la mañana. Es un esfuerzo que requiere mucho tiempo y mucho trabajo de parte de quienes están llamados a garantizar justamente el respeto a las instituciones” explica el Dr. Álvarez.
En un pueblo sin ley no hay respeto de derechos, no hay igualdad entre los ciudadanos, no hay tranquilidad y no hay justicia. Vivir en un país en el que no se respetan tus derechos es vivir en anarquía. Nuestro trabajo es muy sencillo, es ser buenos ciudadanos; en cambio los funcionarios públicos tienen la labor de dirigir el país por el camino de las leyes y de educar a la población para lograrlo. Para poder cambiar al país primero debe cambiar la mentalidad de sus ciudadanos, es decir, debemos aprender a vivir en sociedad para así construir una.
@johavillasmil
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