Los habitantes de Duaca, El Eneal y otras poblaciones del municipio Crespo también están resignados a continuar madrugando y haciendo largas colas para adquirir los artículos de la cesta básica.
Harina precocida, azúcar, margarina, aceite vegetal, papel sanitario, jabón de baño y otros son rubros que siguen desaparecidos de los anaqueles de abastos y supermercados, pese a los constantes anuncios de voceros oficiales de que todo está normal.
Este miércoles podían observarse largas colas frente a tres abastos en la avenida Tricentenaria.
En los rostros de muchos de los hombres o mujeres que las formaban podía notarse el cansancio después de varias horas parados con la esperanza de encontrar en el establecimiento algunos de los rubros ausentes.
“Anoche me dijeron que hoy iba a llegar harina de arepas y papel y me vine de madrugada para ser de las primeras, pero cuando llegué encontré otras personas que me cayeron alante”, dijo una mujer que trataba de descansar algo recostándose a la pared.
“Eso ya se ha hecho rutinario en Duaca porque el desabastecimiento de productos de la cesta básica no ha mejorado nada, ni siquiera en los Mercal”, manifestó el luchador social Baltazar Amaro.
Pero la situación no sólo se presentaba en la avenida Tricentenaria de la capital municipal, pues igual ocurría en otros sectores de la ciudad. “Aquí no se consigue nada y cuando se consigue es a precios especulativos porque no hay autoridad alguna que controle esa situación”, agregó.
Afortunadamente los hombres y las mujeres que conformaban las colas hacia los abastos mantenían el orden a pesar de la ausencia de autoridades policiales, y cuando surgía un “vivo” que trataba de ingresar primero debía desistir ante los gritos de protesta.
Amaro hizo un llamado a la gente de Indepabis para que parte de las mercancías decomisadas en Mercabar y otros sitios durante los operativos de los últimos días la distribuyan en Duaca y no sólo en Barquisimeto.
“Es que en Duaca también tenemos necesidades por muchos productos de la cesta básica que no se consiguen y deben tomarnos en cuenta a la hora de distribuir lo que llega al estado Lara”, precisó.
Lamentablemente no todas las personas que hacían fila en las aceras donde funcionan los abastos de la avenida pudieron cumplir con sus listas y debieron marcharse a sus casas sólo con uno o dos productos.
“Habrá que esperar a que llegue otra vez la harina y el aceite y volver a hacer otra cola; no queda más remedio”, dijo una de las amas de casa.
