Italia se clasificó para la final de la Eurocopa-2012, el domingo en Kiev, donde se medirá a España, en un clásico que reeditará el cuarto de final de la Eurocopa-2008 en el que ganó la Roja en penales y el choque de debut en esta edición (empate 1-1).
El 10 de junio, en Gdansk (Polonia), ambos equipos se estrenaban en la cita polaco-ucraniana y lo hacían con un pulso en tablas, en un partido que terminó siendo una premonición de que ambos iban a llegar a la final, aunque entonces los dos sólo estaban concentrados en encarrilar el pase a cuartos.
Son dos equipos que se conocen a la perfección y que tienen el honor de ser los dos últimos campeones del mundo, los italianos en Alemania-2006 y España en Sudáfrica-2010.
La Roja tendrá además el reto añadido de intentar un histórico ‘triplete’, encadenando títulos en la Eurocopa-2008, el Mundial de hace dos años y esta nueva edición de la Eurocopa, lo que le convertiría en un equipo de leyenda.
El problema es que, al contrario que en la Eurocopa-2008, España no parece un equipo que enamore por su juego. Xavi Hernández, designado hace cuatro años como el mejor del torneo, está prácticamente desaparecido y ha sido, por el momento, una de las grandes decepciones del Europeo. Sus compañeros tampoco han deslumbrado, a pesar de su eficacia para sacar los partidos adelante.
En las semifinales, tras un 0-0 muy equilibrado, necesitó llegar a los penales (0-0 tras prolongación, 4-2 en la tanda decisiva), para conseguir desembarazarse del Portugal de Cristiano Ronaldo.
Las fotos de los jugadores españoles celebrándolo a lo grande tras el final del partido demuestran lo mal que lo pasaron y lo aliviados que se sintieron tras la clasificación a la final, pero no terminan de ocultar que el “tiqui-taca”, el juego de toque y la marca de fábrica de esta generación, no aparece, tan sólo en aislados destellos.
A medida que avanzan los partidos, el equipo parece echar más de menos la ausencia por lesión de David Villa, máximo anotador de la historia del torneo y que se lesionó gravemente en diciembre (fractura de la tibia izquierda durante el Mundial de Clubes).
El seleccionador nacional, Vicente Del Bosque, ha probado ya casi todas las combinaciones en el ataque, desde un “falso nueve” con Cesc Fábregas a alinear a Fernando Torres o a Álvaro Negredo.
¿Ha llegado por lo tanto la hora del relevo? Italia, que ganó Alemania (2-1) con un doblete de Mario Balotelli, será quien responda a esta pregunta, en una edición en la que la Nazionale parece haber recuperado la frescura y la ilusión que le llevaron al título en la Copa del Mundo, hace seis años en el Olympiastadion de Berlín.
En 2008, Italia perdió en los penales de los cuartos de final ante los españoles, en un apasionante duelo a distancia entre los considerados como los dos mejores arqueros del mundo, Gianluigi Buffon e Iker Casillas, con victoria para el segundo. Volverán a protagonizar otra apasionante batalla, entre dos países mediterráneos que viven el fútbol con la máxima pasión.
Foto: Reuters