Un pirato chavisto y un artisto
a un turisto enseñaban participios,
y un poeto desde altos precipicios…
defendió con su género a un dentisto.
Entonces un excéntrico machisto
amparó a un periodisto por principio,
y agredó que el poeto, con su ripio
rimado, parecía un violinisto.
Un pediatro, un siquiatro, ya enojados,
a una estudianta fiel se dirigieron
en busca de bellistos enchufados.
Confundidos de género acudieron
a un presidento culto y madurado,
y en ardienta capilla lo metieron.