El anuncio hecho por Nicolás Maduro de crear el Órgano Superior de Economía no tiene sentido, ni justificación, ni tendrá eficiencia, porque, fundamentalmente, estará conformado por los mismos ministros que dirigen las actividades económicas, según la apreciación del Dr. Edgar Urbáez, economista y abogado.
Aún más, ese organismo será presidido por el propio Maduro, quien no tiene conocimiento alguno de economía, ni la más mínima noción de esa materia, motivo por el cual cómo podrá llevar la responsabilidad de una actividad que él ignora.
Quienes lo integran además son los ministros Alejandro Fleming (Comercio), Félix Osorio (Alimentación), Yván Gil (Agricultura y Tierras), Reinaldo Iturriza (Comunas), Andreína Tarazón (Mujer e Igualdad de Géneros), Héctor Rodríguez (Juventud), Haiman El Troudi (Transporte Terrestre) y Hébert García (Acuático).
Se trata de una autoevaluación que no tiene sentido y, por tanto, ineficiente.
El hecho de que sean incorporados militares, milicia, comunas y juventud del PSUV, no garantiza un control eficiente y efectivo de la economía.
De manera que es uno de los tantos organismos burocráticos que crea el Gobierno, pero que es una mentira más porque no se va a resolver el problema de la escasez de los principales productos de consumo masivo, ya que no hay suficiente producción nacional.
En el caso venezolano que tiene una economía de puertos, las importaciones se están haciendo de muchos países.
Lo que ha anunciado Maduro es una ilusión desde el punto de vista económico y financiero.
De esta forma, el Gobierno pretende hacer ver que está coordinando y controlando la actividad económica de Venezuela.
Aquí hay demasiadas leyes, decretos y reglamentos, que garantizarían un control, aparte de la gran cantidad de organismos que se ocupan de controlar las actividades del sector privado.
El Gobierno ha perdido el tiempo creando todo tipo de mecanismos legales, pero en los quince años lo que hemos visto es que la producción tanto agrícola como comercial e industrial han venido decreciendo estruendosamente.
Lo que ha venido aumentando cada día son las importaciones y el Gobierno se ufana de traer del exterior no solamente algunos rubros de la dieta diaria, como las caraotas, sino también el papel sanitario, lo que nos ha hecho ser el hazmerreír del mundo. Se favorece al exterior y se perjudica a los productores nacionales.