Si persisten los retrasos en la entrega de permisos, certificados, licencias y divisas acentuarán la escasez
Las alarmas se han encendido, por cuanto los acuerdos y promesas de las mesas técnicas, se quedaron en veremos
A la escasez de divisas, que se ha convertido en el principal obstáculo para impulsar la producción nacional, ya que no hay posibilidades de realizar nuevas importaciones y muchas de las líneas de crédito de los proveedores han sido suspendidas, ante las demoras entre 180 y 210 días para la aprobación y liquidación de divisas y los retrasos para la entrega de los Certificados de No Producción Nacional, ahora hay que sumar las dificultades con los permisos sanitarios y fitosanitarios, todos ellos requisitos indispensables para poder importar insumos y materias primas necesarias para la fabricación de bienes y servicios.
El anuncio del Ejecutivo en torno a la posibilidad de aplicar un tercer mecanismo para el otorgamiento de las divisas, ha generado gran expectativa en los distintos sectores de la producción nacional, los cuales no descartan que ante el fracaso del Sicad y la poca efectividad de Cadivi, se retorne al viejo mercado de permuta, a través del cual se podían transar las divisas sin tantas limitaciones, el mercado cambiario operaba con mayor fluidez y todo aquel que requería divisas, sabía que podía obtenerlas legalmente.
Sin embargo, hasta el momento solo se trata de anuncios realizados por el ministro de Finanzas, e incluso por el propio Presidente de la República, quien ha afirmado que el nuevo sistema “está listo”, pero nadie conoce cuáles son los parámetros que se van a utilizar, los requisitos que se exigirán, los actores que podrán participar, los montos que se podrán negociar, los papeles que se podrán tranzar, desconocimiento que ha hecho que la empresa privada afirme que ante las promesas son escépticos, aun cuando esperan con optimismo que el nuevo esquema se pueda instrumentar cuanto antes.
Mientras tanto, Canidra ha denunciado que se agotan los inventarios de repuestos; Favenpa declaró a la prensa que si no se atienden sus necesidades de divisas, no van a poder atender la demanda de repuestos que reclama el parque automotor venezolano de más de 4 millones 600 mil unidades, que andan rodando por las carreteras de todo el país; Asoquim ha denunciado que al sector químico en general les adeudan US$ 700 millones, de los cuales US$ 400 les deben a los afiliados a esa organización gremial; con el sector manufacturero en general existen deudas por más de US$ 8.000 millones; el comercio y los servicios requiere de 400 millones mensuales para operar satisfactoriamente; solo los comerciantes del Puerto Libre de Margarita requieren de US$ 1.100 millones al año y los de la Zona Franca de Paraguaná, US$ 400 millones cada año; por repatriación de capitales a las empresas afiliadas a VenAmCham se les deben más de US$ 12.000 millones.
Lamentablemente, no se trata solo de la escasez de divisas, que de por sí es el cuello de botella más agudo, porque el Estado es el que tiene el monopolio de los dólares, pero en estos momentos aun cuando los precios del petróleo se han disparado por encima de los 107 $/Bl., como consecuencia de las tensiones políticas en el Medio Oriente, la producción petrolera venezolana, está muy por debajo de los 3,2 millones de barriles diarios que anuncia el Ejecutivo, ya que de acuerdo con las cifras de la Organización Internacional de Energía (OIE), la producción nacional estaría en el orden de los 2,2 millones de barriles por día, con el agravante de que buena parte de los hidrocarburos, son colocados a precios preferenciales entre los países de Petrocaribe, del Acuerdo de San José, Intercambio con China, así como el que virtualmente se le regala a Cuba, sino que a esto hay que agregar la escasez de insumos y materia prima nacional, en virtud del estado de paralización que mantienen las empresas básicas.
Se encienden las alarmas
La semana pasada la directiva de Conindustria emitió una declaración en la cual advirtió sobre la falta de divisas y las demoras en la entrega de la permisería, emplazando en forma responsable al Ejecutivo Nacional, para que se tomen correctivos urgentes que permitan solventar estos inconvenientes a la brevedad posible, pues son muchas las líneas de producción que se están paralizando en diversos sectores de la manufactura, por falta de materias primas e insumos que les permitan garantizar sus actividades.
Otro de los factores de perturbación, que obstaculiza el buen desarrollo de las actividades de la industria nacional, es el impacto de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, específicamente en cuanto al caso de la inamovilidad laboral, lo que ha contribuido a que en estos momentos un 38% de las industrias reportan un ausentismo entre 20% y 30%, mientras que la conflictividad laboral ha generado pérdidas de 15% en la producción, estando los patronos atados de pies y manos porque nada pueden hacer para solventar esta situación.
Existe preocupación por cuanto el cerco sobre la industria se estrecha cada vez más, se sigue atentando contra la propiedad privada mediante política de expropiaciones, confiscaciones y ocupaciones, siendo estas las señales que se están enviando en estos momentos a los agentes financieros nacionales e internacionales.
En términos dramáticos los representantes del sector manufacturero nacional advierten que de mantenerse los retrasos en las entregas de permisos, certificados, licencias y divisas, los problemas de abastecimiento que está sufriendo el país se verán acentuados en las próximas semanas, que son las de mayor consumo en el año. Ya el BCV dijo que en agosto el índice de desabastecimiento repuntó y se montó nuevamente en 20%.