El extinto narcotraficante Pablo Escobar, cuya carrera criminal ha sido contada en libros, una teleserie y próximamente en una película, no podrá ser registrado como una marca en Colombia, decidieron las autoridades.
La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) -que regula la propiedad intelectual- negó un pedido de la familia del capo para inscribir su nombre como una marca, aduciendo que tal rótulo «atenta contra la moral de la sociedad colombiana y el orden público, y hace apología de la violencia, el narcotráfico y el terrorismo».
Escobar «está asociado con un ciclo de violencia por el cual atravesó la nación en la década de los ochenta y parte de los noventa, que dejó miles de víctimas, y es recordado como el ‘más importante narcotraficante que haya existido en la historia'», señaló el organismo en un comunicado.
La solicitud ya había sido rechazada en 2006 y en marzo de 2012 pero los interesados apelaron la decisión, que fue negada en última instancia.
Los peticionarios eran la viuda del jefe del cártel de Medellín (abatido en 1993), María Isabel Santos, y sus hijos Juana Marroquín y Juan Sebastián Marroquín, quienes cambiaron de identidad y viven en Argentina desde hace varios años.
En su solicitud, argumentaron que la marca «Pablo Escobar Gaviria» buscaba «transmitir mensajes que invitaran a la reflexión de la humanidad para gestar una sociedad que recupere y respete los valores humanos», refirió la SIC.
Asimismo, adujeron que ya contaban con la marca en diferentes países, lo que la entidad consideró como no vinculante.
La vida de Escobar, quien libró una sangrienta guerra contra el Estado colombiano para evitar su extradición a Estados Unidos, ha sido narrada en libros como «La parábola de Pablo» (2001) y en la teleserie «El Patrón del mal» (2012), que tuvo gran éxito.
Mientras, a medidos de este año finalizó el rodaje en Panamá del filme «Paradise Lost» sobre el capo, interpretado por el actor puertorriqueño Benicio del Toro. La producción de este filme está a cargo del francés Dimitri Rassam.
Sobre el traficante de cocaína también se han rodado varios documentales y su controvertida imagen incluso inspiró un óleo del pintor y escultor colombiano Fernando Botero, que ha sido comercializada en camisetas y álbumes de cromos.
Además, la tumba del capo en la ciudad de Medellín (noroeste) y su hacienda emblemática, Nápoles, son destinos turísticos.