“Los negocios se han multiplicado”, dijo Ernesto Carrera, director de la Escuela de Protección Personal, que ofrece cursos intensivos de defensa personal. Agregó que su clientela se ha incrementado un 80% en el pasado lustro.
José Berrios, un hombre de negocios de 34 años, decidió inscribirse luego de sobrevivir a un robo a mano armada y ahora pasa tres noches a la semana en la escuela aprendiendo técnicas de defensa personal y en sesiones de entrenamiento que involucran el lanzamiento de pelotas para ejercicios, barras o levantando pesas.
En una sesión de entrenamiento, un instructor demostró cómo evitar que alguien robe un auto usando artes marciales para desarmar al atacante.
Capriles ha intentado capitalizar las preocupaciones de los venezolanos al acusar a Chávez de ignorar el asunto durante la mayor parte de su mandato. Ha prometido utilizar un método diferente y hacer de la lucha contra el crimen su prioridad, esbozando un plan que incluye poner más agentes en las calles, incrementar los salarios de la policía y desarrollar más programas artísticos y deportivos en los barrios pobres.
Capriles ha prometido utilizar un método diferente y hacer de la lucha contra el crimen su prioridad
Chávez respondió con el lanzamiento de su más reciente programa de lucha contra el crimen la semana pasada, conocido como la “La gran misión a toda vida Venezuela”, el cual incluye asignar más dinero para extender los programas de entrenamiento de la policía, iniciar programas comunitarios para jóvenes con problemas, incrementar la incipiente fuerza de la policía nacional y enfocar recursos policiales en zonas de alta criminalidad.
El ministro de Justicia Tareck El Aissami dijo que el país ahora cuenta con unos 92.000 oficiales de la policía en fuerzas locales, estatales y nacionales, pero reconoció que necesitaría unos 20.000 policías más para alcanzar los estándares de las Naciones Unidas. Según El Aissami, el septiembre se unirían unos 9.500 nuevos reclutas a la Policía Nacional Bolivariana luego de completar su instrucción.
El Aissami dijo que el reto de combatir la violencia va más allá de contratar más policías y construir más prisiones. Parte del programa gubernamental, dijo, se enfoca en darle alternativas a los jóvenes en los barrios pobres, mediante el deporte y programas comunitarios, para que ya no vean en el arma y la motocicleta un símbolo de estatus.
“(El crimen) es el principal problema, es el más grave problema, es el de mayor preocupación y es el de mayor atención del gobierno”, dijo la semana pasada El Aissami a reporteros. “Si algo ocupa la agenda del gobierno nacional hoy día, estos últimos años, es la seguridad pública”.