Al coro de, «no hay marcha atrás» y «queremos soluciones», los vecinos de barriadas y caseríos ubicados en las inmediaciones de la carretera hacia Bobare la cerraron por segundo día consecutivo sinque ningún representante de la alcaldía o la gobernación les ofrezca soluciones a sus necesidades de servicios públicos.
En el sector Los Caneyes, a poca distancia de la encrucijada de Pavia, hombres y mujeres colocaron cauchos viejos y restos de árboles impidiendo de esa manera el paso de vehículos en ambos sentidos, salvo aquellos de emergencias.
Danny Hernández, una de las liderezas de la manifestación, explicó que en el barrio Simón Bolívar necesitan de todo, en especial agua, electricidad, asfaltado para las calles y una escuela pues los niños reciben clases en un galpón que antes servía como criadero de pollos.
Consideraron de urgente necesidad la construcción de una verdadera escuela para que los niños puedan asistir a clases en un ambiente sano y digno y no como lo están haciendo actualmente.
«Esto es una mamadera de gallo porque nadie ha venido a hablarcon nosotros y puedo decir que José Natera, el conocido «Chuchín», mano derecha del comandante Reyes en Corpolara, nos insultó por teléfono cuando hablamos con él», dijo Hernández con el apoyo de sus acompañantes.
Asunción Camacaro, del caserío Cañaote, refirió por su parte que ellos se han unido a los de la comunidad Simón Bolívar en el reclamo del suministro de agua, viejo problema pendiente de solución.
Yaineth Castañeda, otra de las manifestantes, hizo un llamado a la alcaldesa Amalia Sáez para que les visite y se percate de sus necesidades.
«Que salga de su oficina y no le tenga miedo a la gente para que nos oiga y nos soluciones los problemas», indicó.
Al lugar llegó un piquete de la Guardia Nacional y quien la comandaba trató de convencer inútilmente a los líderes a reabrir al paso pero luego de un rato se retiró.
A las cinco de la tarde se mantenía el cierre y los pasajeros hacia y desde Bobare caminaban para abordar otros colectivo y poder seguir.
«Esto no puede continuar porque nosotros no tenemos la culpa de que el gobierno no atienda la problemática de esta gente y seamos quienes tenemos necesidad de trasladarnos de un lugar a otro los que paguemos las consecuencias», manifestó una joven quien sólo dijo llamarse María Josefa.
«Aquí lo que falta es autoridad porque, si bien las comunidades se sienten con derecho a protestar porque no les atienden, cerrando las vías no perjudican a los del gobierno sino a quienes no tenemos ninguna responsabilidad en lo que les pasa», manifestó el chofer de un camión que por segundo día se encontró con la misma vía cerrada.
Rosanny Sánchez, otra vecina de la comunidad Simón Bolívar, declaró que estaban dispuestos a protestar todos los días que sean necesarios hasta que les resuelvan sus problemas.
«Queremos vivir dignamente, como todos, pero eso no se puede sin agua, sin luz, sin calles asfaltadas, sin una verdadera escuela, y por eso nos mantendremos aquí hasta que alguien nos de respuestas concretas a nuestras peticiones», enfatizó.
«Y si hoy no viene nadie, mañana nos tendrán aquí por tercer día seguido», dijo la joven.
Fotos: Luis Salazar