7 de octubre, fin de la pesadilla

El próximo 7 de octubre llega a su fin la etapa más oscura vivida por los venezolanos desde la fundación de la república. Llega el final de la era chavista-comunista y comenzaremos un proceso de reconstrucción nacional, donde estaremos involucrados todos, con un presidente joven, brillante, capaz y moderno, progresista y demócrata, Henrique Capriles Radonski, el conductor del autobús del progreso, y transitaremos por el único camino posible hacia el futuro.
¿Que por que estamos seguros de esta afirmación? Sencillo, por la experiencia que tiene como gobernante y por el contenido de sus discursos, sin desplantes demagógicos, llenos de ofrecimientos concretos, como la garantía de paz, de democracia autentica y decente. Su programa ofrece terminar con la discriminación por razones políticas e ideológicas, no habrá ms listas Tascon, que tanto daño han hecho a los venezolanos que ejercieron el derecho a opinar y disentir de un gobierno tiránico y malandro. Habrá libertad de expresión, no habrá mas canales de televisión cerrados por capricho y miedo a la verdad, no mas cárcel para inocentes, como el caso de los Comisarios o la Jueza Afiuni, ni mas asesinatos como el del agricultor Sr. Brito secuestrado en el hospital militar, no mas gobiernos desde la cárceles con malandros llamados pranes con negociaciones directas con el Jefe del Estado como interlocutor que ha sido la degradación de la majestad de la Presidencia de la República. Lo entendemos, negociación de quien a quien. No más interferencia de otros gobiernos en nuestros asunto interno, como el caso de lo cubanos en la educación, la salud, la identificación y hasta en los centros militares, ¿quien se atreve negar que esto es traición a la patria? No más Fidel Castro gobernado desde Cuba. No más entrega de nuestros recursos naturales a otras naciones, como a Cuba, Bielorrusia, o Nicaragua entre otras, por razones ideológicas. En el autobús del progreso cabemos todos, incluso los que no comulgan con estas políticas de progreso, pero esa es la democracia.
Es innegable el éxito de la campaña del Candidato de la Unidad y del Progreso, Henrique Capriles Radonski, y la mejor demostración es la desesperación del Comandante-presidente y sus compañeros de ruta. Sus insultos reflejan frustración cuando se ven desasistidos del afecto popular del que otrora gozaban, pero las mentiras y el incumplimiento de promesas los ha conducido a la soledad. Las caminatas y el casa por casa los mata de envidia y solo les queda las viejas y desesperadas consignas, fuera yanquis, oligarcas, traidores, representantes de la derecha, que ya no convencen a nadie, consignas vacías que ni las bolsas de comida vencida de mercal convencen a nadie.