En mi tiempo de vida he oído y he visto muchas cosas, en esta oportunidad quiero ubicarme en el contexto de vivir en un país como en la mayoría de los países del mundo, en el que el ser supremo y la naturaleza no le dieron ese mineral llamado petróleo, pero a la vez conozco países que teniendo ese mineral su desarrollo normal entre los ciudadanos y su economía no dependen exclusivamente de la producción petrolera.
Quisiera hacerle algunas preguntas tanto a economistas que manejan las estadísticas que presentan los técnicos del Banco Central de Venezuela y el gobierno, como los economistas independientes en cuanto al Producto Interno Bruto. ¿Si en este país no existiera producción petrolera, qué opinarían en cuanto a medidas gubernamentales de devaluación de moneda?, ¿Consideran los economistas del gobierno que se potencia el trabajo y la producción de bienes agrícolas, pecuarios e industriales con la devaluación de la moneda?, ¿Justifica en forma leal con sentimiento de patria el considerar que ha crecido el producto interno bruto en equis porcentajes, simple y llanamente porque se ha vendido o aumentado el precio del barril de petróleo?, son muchas las interrogantes que siempre me hacen dudar de esa ciencia manejada con criterio de oficina por arriba de una realidad.
Mi ubicación no va a ir muy lejos: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Panamá, países hermanos bolivarianos, algunos con producción petrolera y otros con dependencia significativa de importaciones de petróleo, invito a esos economistas que cada día dan su opinión de tal manera de explicarme porque estos países su índice de inflación es mínimo, su producto interno bruto crece significativamente sin producción petrolera y por qué se habla de gobiernos socialistas con un concepto diferente. Como última primicia en los países antes mencionados muchas gentes productoras pide devaluación de su moneda de tal manera de vender más para el exterior.
Como observan, estamos simple y llanamente haciendo una evaluación de lo que nos está rodeando, entiendo de la necesidad de insumos para la producción pero, es verdad que la producción nacional necesita otro apoyo, necesita otros incentivos, que no son precisamente dólares, que necesitamos servicios pero a la vez necesitamos trabajo productivo de lo que se llama: desayuno, almuerzo y cena, es decir comida.
Cuando escribo estas reflexiones y trato de conseguirles explicaciones, pero a la vez me confunde el mal uso que se le ha dado a tantas riquezas con que Dios no doto, hoy en día está muy de moda la célebre frase del Dr. Alberto Adriani, cuando con una visión de futuro dijo: “hay que sembrar el petróleo”, de haber oído al Dr. Adrini, hoy seriamos unos de los países más industrializados, compitiendo con los grandes países industriales del mundo; y no como estamos hoy, dando saltos para conseguir el más mínimo renglón que pueda paliar nuestras necesidades, ¿a quién culpamos?
Da la impresión que en todos recae un poco de culpa, de haber sembrado el petróleo no estuviésemos en un permanente peregrinaje, viendo por el mundo quien produce algo para cambiarlo por petróleo, sin que esto sea una solución a futuro y largo plazo, ¿Qué sería de nuestro país si no tuviésemos esas riquezas?, claro que la respuesta seria mejor, ya que se le daría mejor uso a la creatividad y estaríamos a la par de los países sin este producto, que se han desarrollado y han generado riquezas sin ser una carga para nadie, cabe decir, “que el muerto se pone pesado cuando abunda quien lo cargue”, sin olvidar que Dios, le da comida a todas las aves, pero no se las pone en su nido.
¿Por qué en el país no hay un gran parque de industrias?, ¿Por qué no somos grandes productores del campo?
Todos unidos por la producción nacional
