Sólo los gritos a lo lejos, escuchaban los vecinos de la avenida Los Próceres con José Félix Ribas del sector Tierra Negra de Barquisimeto.
Eran emitidos por una adolescente: “¡Ay… ay… ay!”, repetía una y otra vez al momento que al sonido lo acompañaron unas cinco detonaciones de un arma de fuego que le arrebató la vida a la sexta dama ultimada durante este mes en la región.
Los habitantes de la zona, temerosos por la inseguridad que viven a diario, no salieron de sus respectivas casas, además era poco más de la 1:00 de la mañana. La oscuridad reinaba por la zona al igual que la delincuencia que hace de las suyas por la falta de patrullaje policial. Un silencio se apoderó después del suceso; no había sonido del ronquido de una moto ni del andar de algún vehículo, hasta pocos minutos después que llegaron los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc, a proceder al respectivo levantamiento del cadáver.
Abatida, ensangrentada y muerta se encontraba la menor de unos 13 años de edad, su piel morena era cubierta por un short blanco, blusa rosada con flores blancas, correa y chancletas rosadas. Su cuerpo recibió múltiples impactos de balas. Su identificación no se conoce, pues al parecer, quienes por allí habitan no la habían visto en otras oportunidades.
El sector Tierra Negra se caracteriza por su gente trabajadora, que mantiene sus costumbres pero que hoy día sufren, en ocasiones, su propio toque de queda y deben encerrarse temprano por la inseguridad que viven, la misma que a pesar de cobrar algunas vidas, no ha sido tan reiterativa pero que quisieran se disminuyera por completo, por lo que algunas personas que hacen vida allí, exigieron a las autoridades policiales se acerquen.
Son seis mujeres
La cifra de mujeres asesinadas a dos días de finalizar el octavo mes del año, va en aumento.
Ya son seis las damas que han perdido la vida en el estado Lara, producto de la inseguridad o la venganza, asesinatos que han cometido en su mayoría con armas de fuego y uno con arma blanca.
Llama poderosamente la atención, que en tres de estos casos han sido menores de edad, las que lamentablemente han fallecido. Inocentes, con un futuro lleno de ilusiones y quizás, con muchas ganas de vivir pero las políticas de seguridad que han implementado en el país, tal vez no han sido eficientes para que esos sueños, se conviertan en realidad.
Hasta ahora, sólo uno de los presuntos homicidas está detenido, los demás casos fueron anotados en la larga lista que deben esperar para culminar su investigación, pero mientras los venezolanos siguen muriendo a manos del hampa, a las autoridades no les tiembla el puño para capturar a unos ciudadanos que se presumen iban a matar al jefe de Estado.