Un Roger Federer dominante como en sus mejores tiempos, y los argentinos Máximo González y Carlos Berlocq sacando la cara por la barra gaucha en Nueva York, dieron las notas más alta en el concierto de tenis que resultó la segunda jornada del Abierto de Estados Unidos.
Con un cielo por momentos encapotado y en otras de sol radiante, típico del noreste estadounidense por estas fechas, 22 mujeres y 18 hombres se abrieron camino a la segunda ronda del último Gran Slam del año. Federer, cinco veces campeón del Abierto estadounidense, debutó con un fácil triunfo de 6-3, 6-2, 7-5 ante el esloveno Grega Zemlja.
El suizo ganó un partido suspendido la noche del lunes debido a las lluvias, pero el retraso no le restó ánimo para salir desde su primer raquetazo con la chispa que le mantuvo en el número uno mundial por 302 semanas, más que ningún otro tenista en la historia, 237 de ellas de forma consecutivas.
“Me sentí muy bien”, dijo Federer, quien participa en su Gran Slam 56, un récord que comparte con el sudafricano Wayne Ferreira.
El suizo debía jugar en el último turno de la sesión nocturna el lunes, pero ahora lo hizo en la matutina, lo cual dijo no afectó su desempeño.
Ubicado ahora como séptimo cabeza de serie, su ránking más bajo en una década, el “Federer Express” irá por el pase a tercera ronda contra el argentino Carlos Berlocq, que venció en un maratón de 4 horas al colombiano Santiago Giraldo por 6-3, 3-6, 6-7 (6/8), 6-4, 6-2.