Aunque la pérdida de la masa ósea comienza a partir de los 30 años de edad, los pediatras establecen que la osteoporosis es una enfermedad pediátrica. ¿Por qué?
Un 80% del crecimiento del índice de masa ósea se produce hasta los 13 años en las niñas y hasta los 15 en los varones, el resto hasta la tercera década de la vida, después no se aumenta nada, sólo se lograría mantener la que se tiene y al final se pierde poco a poco.
Así lo explicó Gregorio Riera, médico nefrólogo e investigador médico del Centro de Investigaciones de Litiasis Renal y Enfermedades Metabólicas (Unilime) de la Universidad de Carabobo.
Entre las recomendaciones que ofreció para fortalecer los huesos destacó la actividad física intensa y una dieta rica en lácteos.
“Para los niños se aconseja el consumo de 1.200 miligramos de lácteos al día, porque ellos se encuentran en la fase de construcción de los huesos”, dijo.
Detalló que entre el 60 al 70% de la fortaleza ósea viene indicada por la genética, pero el otro 30 a 40% puede reforzarse con las medidas antes indicadas.
“Los adultos pueden caminar una hora cuatro veces por semana, pero si hace algún deporte o va al gimnasio mucho mejor”, agregó.
El tabaquismo o la ingesta de alcohol también debe evitarse, porque los estudios científicos revelan que también influyen de forma directa en la destrucción de los huesos.
“Los pacientes con desórdenes tiroideos, que deben tomar medicamentos con cortisona deben estar alertas, porque éstos deterioran la masa ósea. Por ello, deben ingerir mayor cantidad de calcio”, expresó.
A pesar de la corriente actual de eliminar los lácteos de la dieta diaria, Riera dijo que ningún extremo debería ser tomado en cuenta.
“No será bueno comer 40 huevos a la semana, pero tampoco ninguno. Si no consumen lácteos, los 420 miligramos de calcio que requiere el organismo a diario los tomará de los huesos y se irán debilitando”, expresó.
Problema de salud pública
Médicos asistentes a la última reunión de consenso del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, definieron la osteoporosis como un trastorno esquelético sistémico caracterizado por masa ósea baja y deterioro de la microarquitectura del tejido con el consecuente incremento de la fragilidad en los huesos.
Gregorio Riera recordó que la osteoporosis forma parte de un problema de salud pública, porque uno de cada cinco venezolanos padece la enfermedad.
“De los 5 millones de habitantes mayores de 50 años en Venezuela, un 65% tiene riesgo de sufrir osteoporosis o baja masa ósea, un promedio de 3 millones de personas”, precisó Riera.
Estas proyecciones derivan de estudios realizados entre investigadores con más de 20 años de experiencia del Centro de Investigaciones de Litiasis Renal y Enfermedades Metabólicas (Unilime) de la Universidad de Carabobo, en conjunto con el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales de Valencia y de la Unidad Metabólica del Centro Policlínico de Valencia, que dirige el doctor Gregorio Riera.
“Nuestras estadísticas demuestran que la osteoporosis es un problema real y en crecimiento. Sabemos que 1 de 7 mujeres mayores a los 50 años tendrá una fractura por esta causa”, informó.
Recalcó que en la medida que se informe a la comunidad y entiendan que el problema existe, se empezarán a generar programas de salud, tanto preventivos, de diagnóstico como de tratamiento oportunos.
No tan jóvenes
Gregorio Riera mencionó que aunque en décadas pasadas Venezuela era considerado un país joven, en la actualidad el promedio de edad subió a los 27 años, y la esperanza de vida también ha subido.
“Mientras más personas mayores vivan, tendremos más incidencia de las enfermedades degenerativas por la edad como la osteoporosis, entre muchas otras”, dijo.
Decrecer
El problema mayor no es la pérdida de masa ósea en sí misma, sino el riesgo de fracturas que se presenta.
“Las fracturas más comunes son las de antebrazo, vértebras (la mitad pasan desapercibidas porque el paciente piensa que es un lumbago) y cadera”, contó.
Explicó que cuando pasa desapercibida el problema no se ataca a tiempo, porque muchas veces esas pequeñas fracturas son el anuncia de otras más importantes.
“Como los huesos no causan dolor al perder masa ósea la persona no acude al médico, por eso es importante que se realice la densitometría ósea”, enfatizó.
Tratamientos actuales
Luego de diagnosticada la enfermedad es imprescindible el consumo de fármacos como los bifosfonatos, necesarios para tratar enfermedades con destrucción o desaparición del tejido óseo.
Riera advirtió que existen una gran variedad de tratamientos para frenar el avance de la enfermedad y evitar las fracturas, entre siete a ocho medicamentos en el mercado.
“Los más utilizados son los bifosfonatos. Inclusive existe en presentación de una toma mensual, de manera que la adherencia al tratamiento por parte del paciente sea mayor”, indicó.
Con esta opción se le hace más fácil al paciente cumplir con su tratamiento, sumado a que su costo-beneficio es el mejor.
Este estudio fue presentado en el XIII Congreso Europeo Ecceo-iof en abril 2013 en Roma, Italia, en el cual se evaluó la eficacia del uso de la dosis de 150 mg oral una vez al mes en pacientes venezolanas con deterioro de la masa ósea (osteopenia y osteoporosis).
A estas pacientes se les realizó una prueba de laboratorio conocida como P1NP (Propéptico Aminoterminal del Procolágeno tipo 1) medido al inicio y a los 3 meses de comenzado el tratamiento.
Esta prueba consiste en la medición en sangre de un producto derivado de la ruptura de una proteína conocida como procolágeno que posteriormente se transforma en colágeno y la cual es la proteína más importante constituyente del tejido óseo.
En los pacientes con osteoporosis la capacidad de destrucción de hueso está acelerada y por ello se produce una cantidad aumentada de ese marcador óseo P1NP.
En este estudio, el marcador óseo P1NP disminuyó en el 95% de las pacientes que usaron Risedronato 150-mg mensual, demostrando la alta tasa de eficiencia del medicamento en tan sólo 3 meses. Igualmente en el estudio se dosificó otro marcador óseo conocido como CTx el cual igualmente disminuyó en 92% de las pacientes, corroborando la eficiencia de la droga en el tratamiento de la osteoporosis.
Especificó que el control y tratamiento debe ser prolongado, entre tres a cinco años.
¿Cuándo la densitometría?
El especialista e investigador médico recordó que la densitometría ósea debe realizarse en las mujeres a partir de los 48 años de edad, edad promedio de inicio de la menopausia en las venezolanas.
“Después de la menopausia la mujer empieza a perder un 3% de masa ósea cada año durante la siguiente década”, especificó.
Los hombres deben realizarse la prueba a partir de sus 60 años.
Según la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad se registra cuando existe una densidad mineral ósea menor o igual a 2,5 (desviación estándar por debajo de la masa ósea promedio de personas sanas entre 20 y 40 años). Esto solo se puede medir mediante una densitometría ósea.
Según la Auditoría Regional Latinoamericana reportada por la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF por sus siglas en inglés), en Venezuela existen 149 equipos para realizar densitometría, esto significa que hay uno por cada 200.000 habitantes, lo que coloca al país en cuarto lugar en número por habitantes y con un costo por debajo del promedio regional.
Las temidas fracturas
El especialista e investigador dijo que las fracturas vertebrales pueden comenzar a aparecer a los 50 años de edad, mientras que las de cadera dos décadas más tarde (a los 70 años).
“Una fractura de cadera es más temible porque normalmente el paciente es mayor, padece otras enfermedades como hipertensión o diabetes y necesitará en casi todos los casos una intervención quirúrgica”, precisó.
Los números indican que la mortalidad después del primer año de la cirugía es del 20%, no por la fractura o cirugía en sí, sino por las complicaciones derivadas de la inmovilidad (embolismo, infecciones y otras).
“De quienes sobreviven, el 23% logra caminar por sí solo, un 38% debe utilizar andadera, el 22% sillas de ruedas; un 18% bastones. Por eso hablamos de una enfermedad que produce gran número de pacientes con limitaciones funcionales”, alertó.
En este punto mencionó que en Venezuela se necesitan programas de rehabilitación adecuados para rescatar a los pacientes, porque las estadísticas son preocupantes.
“Nuestro objetivo debe ser que el paciente gane independencia, que pueda llegar a los 90 años sin ningún tipo de fractura ni necesidad de recurrir a ayudas ortopédicas”, resaltó.
Informó que más del 90% de las fracturas se puede prevenir con fármacos, por eso es importante la detección precoz a través de la evaluación anual médica.