El ministro de Relaciones Interiores, mayor general Miguel Rodríguez Torres, pidió el lunes que se muestren las pruebas de los ocho funcionarios venezolanos, entre ellos dos generales activos y tres ex oficiales, que han sido acusados por Estados Unidos de estar implicados en actividades de narcotráfico.
«El que tenga una prueba que la muestre pues, porque yo puedo señalar de terrorista, y de narcotraficante a quien me parezca, pero si yo no tengo ninguna prueba eso no tiene ningún valor», dijo a la prensa Rodríguez Torres al ser consultado sobre los casos de los venezolanos que han sido señalados en los últimos años por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, adscrita al departamento del Tesoro, de estar vinculados al narcotráfico.
La dependencia estadounidense anunció la semana pasada que había designado como narcotraficante al capitán retirado de la Guardia Nacional, Vassyly Kotosky Villarroel Ramírez, quien es señalado de servir de intermediario entre capos colombianos como Daniel «El Loco Barrera», y los carteles mexicanos como el de Sinaloa, los Zetas y el de Beltrán Leyva.
Villarroel Ramírez enfrenta desde 2011 seis cargos relacionados con el tráfico de cocaína en Nueva York, y es acusado de importar miles de kilos de cocaína desde Colombia hacia México vía Venezuela entre enero de 2004 y diciembre de 2009.
«El Loco» Barrera, quien fue considerado por el mandatario colombiano Juan Manuel Santos el último gran capo de las drogas, fue capturado en septiembre pasado en Venezuela y deportado poco después a su país. El narco fue extraditado en julio a Estados Unidos donde era requerido por tráfico de drogas.
Hace dos años la Oficina norteamericana designó como narcotraficantes al general del Ejército Cliver Alcalá Cordones; el funcionario de inteligencia, Ramón Madriz; al diputado Freddy Bernal; y el ex representante de Venezuela en el Parlamento Latinoamericano, Amílcar Figueroa, por presuntamente colaborar con la guerrilla colombiana de las FARC en el tráfico de drogas y armas.
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