Está circulando en los corrillos políticos la información de que el oficialismo anda desesperadamente buscando al diputado 99, para aprobar la Ley Habilitante contra la corrupción que ha venido anunciando, en el curso de los últimos días, Nicolás Maduro.
Al respecto, EL IMPULSO consultó al Dr. Carlos Raúl Hernández, sociólogo, máster en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, profesor de esta casa de estudios y autor, entre otros libros, de Déspota malhechor, Estado malhechor.
-¿No constituirá un hecho mayor de corrupción comprar uno, dos o más diputados para aprobar una ley contra la corrupción?
-Tenemos conocimiento que están ofreciendo hasta 700 mil dólares a varios diputados que consideran susceptibles. Tengo la información de que están concentrados en siete parlamentarios a quienes consideran que les puede temblar el pulso. Eso lo que hace evidenciar es que por medio de otro acto de corrupción del Gobierno buscar aprobar una ley que no tiene nada que ver con lo que se anuncia.
Lo que se busca es una mayor absorción de poder para Maduro; pero, además, que serán peores para él porque mientras más poder concentre como jefe de Gobierno más se profundizará la crisis que el país está viviendo, porque ya está demostrado que el socialismo exacerbado lo que hace es desarrollar problemas y no resolverlos.
-¿Cómo podría explicarse que Maduro hable de una lucha contra la corrupción cuando no se ha investigado lo dicho por Walid Makled, de que él le daba dinero a generales y funcionarios, incluyendo a un hermano del entonces ministro de Relaciones Interiores, Tarek El Aissami?
-Según lo que se conoce es que la Sala Situacional de La Habana le dijo a Maduro que, ante la acelerada pérdida de popularidad del Gobierno, inventara un tema sobre la corrupción. Pero, no para combatirla, sino para de alguna manera tratar de descalabrar a la oposición.
El filo no es sanear la administración pública, sino tratar de acabar con Primero Justicia, para inmediatamente llegar hasta Henrique Capriles Radonski.
-¿En qué han quedado las denuncias sobre los hechos de corrupción cuando el gobierno cuenta con el Ministerio Público y los tribunales?
– En nada. La fiscal general de la República no sería fiscal en ningún país civilizado del mundo. Es una fanática inquisidora al servicio del Gobierno nacional. Nada tiene que ver con el Estado de Derecho. Si existiera paredón sería, tranquilamente, la verdugo de la llamada revolución.
-¿Cómo se puede entender que después de ser presentada una serie de denuncias contra Diosdado Cabello cuando fue gobernador de Miranda ahora se diga que no cometió ninguna irregularidad?
-No sólo ese es uno de los señalados, sino que la lista de corrupción es infinita. Este Gobierno ha gastado, sin controles, un millón y medio de millones de dólares, presumiéndose que más de la mitad de esa cantidad no se sabe dónde está. Es el caso más grande de corrupción que se recuerde en el mundo entero.
-¿Qué podría hacer Maduro con mayores poderes si ha demostrado que no tiene capacidad como gobernante?
-Los cubanos lo están asesorando mal, porque en la medida que el país siga viendo que Maduro concentra poder y los problemas se agudizan, la gente trasladará la responsabilidad automáticamente a él y no a sus ministros.
-¿Existe la posibilidad de aprobar la habilitante entre gallos y medianoche?
-Este es un Estado malhechor.