Seguramente el nuevo álbum de John Mayer debute la próxima semana en el primer lugar. Pero el músico dice que «Paradise Valley» marca un nuevo capítulo en su carrera: ya no está obsesionado con dominar las listas de popularidad, aunque ha tenido varios discos multiplatino y grandes éxitos en la última década.
«Estoy envejeciendo y la gente parece quedarse en la misma edad», dijo Mayer, agregando que el día que lo traten como a una persona mayor lo entenderá.
Esta actitud es parte de la nueva estrategia de Mayer para convertirse en un hombre diferente. Incluso celebra con cautela los momentos de éxito, como cuando el video de su primer sencillo «Paper Doll» tuvo millones de vistas en sus primeros días en la red.
«Uno cree que es lo máximo y luego ve un video de Miley Cyrus que tiene como 46 millones de vistas», dijo Mayer sobre la atrevida canción «We Can’t Stop» de Cyrus, que ha sumado 148 millones de vistas.
En una entrevista reciente Mayer estuvo más parlanchín que nunca, pero también parecía más calmado mientras charlaba sobre cómo ha cambiado su vida en los últimos tres años. Superó una lesión en la garganta gracias a unas inyecciones de Botox el año pasado, pero la lesión hizo que tuviera que reposar la voz por meses y afectó sus presentaciones en vivo, por lo que estuvo con «una cantidad intensa de hiper-concentración», dice.
«Ya no bebo, preparo mi voz antes de cantar y la relajo después», dijo. «Hago todo lo posible, no quiero perder esa parte de mi vida otra vez».
Su voz no se ha recuperado 100%, pero pudo grabar «Paradise Valley», que lanzó el martes. El disco de 11 piezas, que incluye colaboraciones de su novia Katy Perry (sigue leyendo para saber más) y de Frank Ocean, tiene un sonido fresco y ligero que mezcla pop, country y blues. Mayer escribió algunas de las piezas (como «Dear Marie», sobre su primer amor) el verano pasado, y se agregaron nuevos temas hace meses, como el revelador dueto con Perry.
El disco sale un año después de «Born and Raised», aunque el músico suele tomarse recesos más largos.
«Quizá todos los años locos, todos los años ruidosos fueron el camino para llegar a un punto en el que tuviera antigüedad para sacar un disco», dijo Mayer, ensimismado.
Esos «años locos» han sido bien documentados: sus novias famosas (Jennifer Aniston y Jessica Simpson, entre ellas) y sus aún más famosas rupturas; un exceso de honestidad en Twitter que le llevó a cerrar su cuenta; y sus fallidos coqueteos con el humor, que incluyeron una escandalosa entrevista con Playboy que le llevó a despreciar la fama que alguna vez ansió.
En vez de ser famoso como artista, el ganador del Grammy, a quien Rolling Stone una vez catalogó como uno de los dioses contemporáneos de la guitarra, se estaba convirtiendo en un personaje desabrido de los tabloides.
Pero reconoce que él mismo originó el drama que lo rodeaba, dañando su imagen y dejando su carrera musical en segundo plano.
«Mi pulso palpita de una forma muy diferente ahora… No había forma de que siguiera siendo el mismo del 2010», dijo Mayer.
Algunos podrían cuestionar cuánto ha cambiado Meyer, pues no ha dejado su costumbre de tener una novia famosa. Perry aparece en «Who You Love», una canción acústica salvaje sobre enamorarse inocentemente. Al hablar de la estrella pop, Meyer es abierto. Durante la entrevista dice que la ama unas diez veces.
Mayer sabe que grabar un dueto con una princesa pop, que además es su novia, llamará la atención y creará encabezados, como sus relaciones anteriores, pero se siente bien con eso. Quiere que el público disfrute la canción sin prejuicios.
«Es como la versión gigante de un chisme de pueblo. Bueno, ‘yo sé que salió con fulano y zutano’ y tienes que tomar esas decisiones cuando conoces a alguien», dijo de la canción.
«Si la música es adecuada y de calidad, y si está bien y tiene sentimiento, sería uno de los mayores cumplidos para el disco que alguien diga, `ni siquiera pienso que sea una relación, simplemente la escucho como una gran canción»’.
Y aunque Perry y Mayer han roto varias veces durante su noviazgo de un año, Mayer realmente pareciera estar pensando a largo plazo: «Recuerdo que le di mi cámara a uno de los chicos en el estudio y le dije, `necesitamos una foto nuestra en la pared para que cuando seamos viejos y canosos haya una foto en la que no veamos bien y haciendo música en Los Angeles».
Mayer, quien creció en Connecticut y vive ahora en Montana, realiza una gira que terminará el próximo mes. Dice que no se arrepiente de los obstáculos que ha encontrado porque esto le llevó al lugar zen en el que parece encontrarse. Michael McDonald, el viejo mánager del cantante, dice que la mejor manera de describir al músico de 35 años ahora es «experimentado».
«Estuvo mucho tiempo fuera y creo que por primera vez en su carrera esto le dio la oportunidad de calmarse en serio, de sentarse a pensar», dijo. «Y de crear el disco y el ambiente que de verdad quería crear».