Sandra Ávila Beltrán, acusada de narcotráfico y a quien se le conoce como la «Reina del Pacífico» por presuntos nexos con el poderoso cártel de Sinaloa, fue enviada el martes de regreso a su natal México procedente de Estados Unidos para ser juzgada por lavado de dinero.
La Policía de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos informó que entregó a Ávila, de 52 años, a autoridades mexicanas. Un funcionario de la Procuraduría General mexicana dijo que la mujer fue trasladada al occidente de México, donde todavía enfrenta un cargo por lavado de dinero. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar del tema con la prensa.
Ávila vestía el martes una camiseta de manga larga y pantalones de mezclilla. Su conocida cabellera negra lucía con canas al momento en que fue trasladada junto con otros 128 detenidos de El Paso, Texas a la Ciudad de México.
El abogado de Ávila, Jorge Alfonso Espino, dijo que enfrenta un cargo de lavado de dinero en Guadalajara, México, por lo que menos de dos horas después de su arribo a la Ciudad de México fue trasladada a la ciudad al occidente del país, según autoridades federales.
Autoridades entregarán a Ávila a un juez federal que la busca por el delito de lavado de dinero, pero Espino ha dicho que su cliente ya no enfrenta cargos de delincuencia organizada y no puede ser ingresada a un penal de máxima seguridad. Un documento que Espino mostró a The Associated Press establece que un juez decidió que Ávila no requiere «medidas de seguridad especiales».
Ávila está detenida desde el 2007 cuando fue acusada de conspirar para traficar drogas y de pertenecer al crimen organizado. Un juez mexicano la absolvió de esos cargos en diciembre del 2010, pero siguió presa y fue extraditada a Estados Unidos hace un año.
Ávila se declaró culpable en abril de ser cómplice en una organización a la que pertenecía Juan Diego Espinosa Ramírez, su novio en aquel momento. Espinosa se declaró culpable en 2009 de cargos de tráfico de cocaína.
Una declaración firmada por Ávila señala que ella suministró dinero a Espinosa para sus gastos de viaje y hospedaje con el objeto que evadiera el arresto entre el 2002 y el 2004.
La llamada «Reina del Pacífico» por sus presuntos lazos con jerarcas del narcotráfico mexicano y colombiano fue condenada a 70 meses de prisión en un tribunal federal de Miami el mes pasado, pero como ya había cumplido ese tiempo en México y Estados Unidos fue entregada a la policía de inmigración que la trasladó a un centro de detención en Luisiana y después a otro en El Paso, Texas antes de deportarla el martes a su país.
El pedido de extradición de Estados Unidos había dicho que pertenecía a una organización que traficaba cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos. La fiscalía estadounidense la había acusado inicialmente de ayudar a almacenar y desplazar 100 kilogramos de droga desde México hacia Estados Unidos.
Cuando fue arrestada inicialmente, la fiscalía dijo que Ávila pasó más de una década tratando de ascender a la cima del tráfico de drogas en México, seduciendo a varios conocidos cabecillas del narcotráfico y unificando a los carteles colombianos y mexicanos.
Ávila desciende de una poderosa familia de capos del narcotráfico: Es la sobrina de Miguel Ángel Félix Gallardo, «el padrino» del tráfico de drogas mexicano, quien cumple una condena de 40 años en México por narcotráfico y por el asesinato del agente antidrogas de la DEA Enrique Camarena, en Jalisco, estado occidental de México. Otro de sus tíos, Juan José Quintero Payán, fue extraditado a Estados Unidos por tráfico de drogas.
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