Entre la una de la madrugada y la una de la tarde de ayer domingo, cuatro personas fueron asesinadas en diversos sitios del municipio Iribarren, según los reportes de los funcionarios policiales.
Durante todo el día de ayer había numerosas personas congregadas en las inmediaciones de la morgue del hospital central universitario Antonio María Pineda. Unas lloraban desconsoladamente, otras intercambiaban abrazos; pero, ninguna de ellas, parientes de los occisos, suministraron detalles sobre los sucesos.
El primer cadáver en ser ingresado para la autopsia de rigor fue el de Domingo José Bosa, de 25 años, sin profesión definida y con residencia en La Apostoleña, al oeste de la ciudad. Las autoridades recibieron una llamada, a la una de la madrugada, indicando que en una de las calles del sector 3 del mencionado barrio, se encontraba tirado un cuerpo sin vida en medio de un gran charco de sangre. Al comprobarse el hecho, una furgoneta del Cuerpo de Investrigaciones Científicas, Penales y Criminalisti- cas (Cicpc) hizo el traslado.
Se presume que fue un hecho de venganza, ya que el infortunado recibió múltiples heridas de bala.
Una hora más tarde los funcionarios policiales fueron notificados de otro asesinato, esta vez ocurrido en La Batalla e igualmentge el cuerpo estaba tirado en una de las calles de ese barrio también ubicado en la jurisdicción de la parroquia Juan de Villegas. El occiso fue identificado como Yeferson Giménez Hernández, de 19 años, también de profesión indefinida, quien residía en la calle 9 con carrera 1 del barrio Bolívar. Como el anterior le habían disparado varias veces al cuerpo y se presume que también lo hicieron por venganza.
La tercera víctima resultó ser Eric José Gordillo Candela, de 23 años, obrero y aparentemente residenciado en Puerto Cabello, quien, según los pocos detalles obtenidos por las autoridades, se encontraba con otros sujetos sentados en una acera del callejó La Conejera, de El Trompillo, tomando aguardiente cuando de repente llegaron unos motorizados y sin mediar palabra, le dispararon, alcanzándolo en la región escapular derecha. Inmediatamente, sus compañeros de farras lo llevaron al ambulatorio de Barrio Unión, donde ingresó sin signos vitales.
Aproximadamente a la una de la tarde Jimmy Pastor Mendoza, de 31 años, mensajero y con residencia en la urbanización Las Veritas, de la parroquia El Cují, fue alcanzado por un balazo en el tórax y otro en el brazo derecho, mientras que su esposa, Yubertt Mercedes Calles, secretaria, sufrió una herida rasante en el tórax.
Cuando fueron ingresados a la emergencia del Antonio María Pineda, la dama informó que su marido y ella habían salido de su casa a comprar carne en un establecimiento de la vía Las Veritas-El Cují y cuando ambos habían bajado del carro, ella oyó unos disparos y vio caer a su pareja. Luego ella también se sintió herida.
No sabe de donde provinieron los disparos. Mendoza murió instantes después de ser llevado al mencionado centro asistencial.
