El mal tiempo obligó a los socorristas filipinos a suspender el sábado la búsqueda de 171 desaparecidos, tras el hundimiento de un ferry, que causó por el momento un total de 31 muertos.
El ferry «Thomas Aquinas» llevaba 870 personas a bordo cuando naufragó el viernes a las 21h00 (13h00 GMT) tras colisionar con un buque de carga en aguas tranquilas cerca del puerto de Cebu, la segunda mayor ciudad del país, anunciaron las autoridades.
Embarcaciones militares y de guardacostas, junto con pequeñas barcas de pescadores, habían logrado rescatar a 629 supervivientes del hundimiento, si bien las autoridades suspendieron en la tarde del sábado las labores de búsqueda a causa del mal tiempo.
«Llueve intensamente… con fuertes vientos y mar gruesa», indicó a la AFP el portavoz de la marina, el teniente comandante Gregory Fabic, quien señaló que los socorristas no habían perdido la esperanza de encontrar otros supervivientes a la deriva en la mar.
El almirante Luis Tuason, vicecomandante de la guardia costera, señaló, sin embargo, que la cifra de muertos aumentaría inevitablemente de los 31 cuerpos ya recuperados.
«El capitán logró anunciar la evacuación del barco y distribuir chalecos salvavidas pero, debido a la rapidez con la que se hundió, hay grandes posibilidades de que queden personas atrapadas en el interior», añadió.
En un telegrama de condolencias dirigido al arzobispo de Cebu, el papa Francisco se muestra «profundamente entristecido» por el naufragio y asegura incluir en sus plegarias a todas las personas afectadas.
Una superviviente, Lolita Gonzaga, de 57 años, recordó el terror de caer desde la cubierta superior del barco al nivel inferior cuando se produjo la colisión y el horror de escapar de las aguas negras junto con su esposo, de 62 años.
«Cuando fuimos rescatados tuvimos que compartir el bote de goma con una mujer muerta», dijo Gonzaga a la AFP desde la cama de un hospital en Cebu. «Nos trasladaron a la nave que nos golpeó, pero no podía subir las escaleras, ya que estaba lleno de gente muerta», añadió.
El buque de carga, Sulpicio Express 7, que contaba con 36 tripulantes a bordo, no se hundió. Imágenes de televisión mostraron la proa de acero del buque dañada por el impacto, pero navegó con seguridad hacia el muelle.
Tuason dijo que, aunque las causas de la colisión deben ser determinadas, al parecer una de las embarcaciones violó las reglas sobre las filas que usan los barcos cuando salen o entran del puerto.