El quinteto adulto de Venezuela obtuvo una agridulce medalla de plata, la tercera de su historia (1987, 1997, 2012), en la edición 45 del Suramericano de Mayores de Resistencia (Chaco), Argentina, al verse apabullado en la gran final por el equipo anfitrión, en partido que concluyó 79-56 en el Club Atlético Sarmiento.
Tras su resonante triunfo frente a Brasil (86-70) en las semifinales y su avance como segundo del grupo A con 2-1, merced a laureles sobre Chile (86-61) y Colombia (101-66) y el antecedente de una caída con lo justo frente al mismo rival del choque decisivo (90-87), se esperaba ver una mejor versión del quinteto de Eric Musselman, pero esta vez el santo estuvo de espaldas y se mostró la peor cara.
Desde el principio, el conjunto criollo lució perdido, falto de concentración y tranquilidad en el ataque, sin alternativas ante la defensa argentina, que paró el juego de carrera, limitó las opciones de tiro cómodo, presionó desde la mitad de cancha al conductor con doble marca, generó pérdidas y al otro lado castigó con firmeza, especialmente desde la larga distancia. Faltó oficio y no hubo reacción.
El primer cuarto fue el más parejo, con triunfo parcial para los argentinos de 18-16 y muy buenos primeros minutos por parte de Leo Gutiérrez, el verdugo del primer duelo con su triple a falta de 2.5 segundos y también de Facundo Campazzo y Marcos Mata, mientras en Venezuela no aparecía Greivis Vásquez y todo dependía de los lances de Héctor Romero y Gregory Vargas.
Apenas nueve puntos se encestaron en los siguientes diez minutos y Argentina se fue al camerino confiada y con una amplia ventaja de 38-25 ante un rival a todas luces inoperante en ataque y entregado en defensa. Todo lo que había mostrado el equipo criollo en partidos anteriores, desapareció del mapa.
En la segunda mitad prosiguieron los problemas para anotar y Argentina se distanció a 58-39 para beneplácito del público. Musselman insistió con la combinación de Gregory Vargas, David Cubillán y Greivis Vásquez, probó con Jhornan Zamora, no utilizó mucho a Gregory Echenique y prefirió a Windi Graterol, pero ninguna combinación resultó. Las pérdidas se multiplicaron.
En el cierre, el ingreso de José Juan Bravo maquilló algo el resultado cuando ya los anfitriones celebraran su medalla dorada y quitaron el pie al acelerador de la defensa presionante, los quiebres rápidos y el pase extra en la zona pintada. Su marcación zonal y el obligar a los criollos al juego de media cancha fueron vitales para contener el rendimiento mostrado en los partidos previos.
Un porcentaje de cancha de 36.4, tres de 19 intentos en triples, siete asistencias sobre 17 pérdidas y, sobre todo, falta de actitud y de liderazgo para sobreponerse a su peor momento de juego, fueron los factores que, combinados, incidieron en la derrota de Venezuela justo cuando más se le exigía.
Venezuela se quedó con las ganas de obtener su segunda medalla de oro en Suramericanos, tras la lograda en 1991 en el Fórum de Valencia y en contraparte acumula su tercera presea de plata. Le tocará ajustarse y prepararse mejor de cara al Preolímpico FIBA Mundial, a jugarse del 2 al 8 de julio en El Poliedro de Caracas y en el cual hay tres cupos en liza para los Juegos Olímpicos de Londres.
El equipo retornará de inmediato a Caracas y se reunirá con el grupo de 10 jugadores que entrena bajo las órdenes del asistente Henry Paruta, entre quienes se cuentan figuras como el exNBA Oscar Torres y Rafael Pérez, amén de John Cox (Le Havre, Francia), quien arribará hoy al país para tratar de ganarse un puesto y debutar con la selección nacional tras siete años de experiencia en la liga francesa, en la cual recién firmó contrato con el París Levallois para la campaña 2012-2013.
Foto: Cortesía FIBA Américas