De acuerdo con un estudio liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), del CSIC, comer más de cuatro veces al día en comidas estructuradas y mantener una velocidad adecuada durante ellas se relaciona con una menor cantidad de grasa corporal y más delgadez, independientemente del ejercicio físico que se realice a diario.
Para el estudio, publicado en la revista Journal of Adolescent Health y del que se hace eco la agencia SINC, los datos de la grasa se obtuvieron a través de la suma de seis pliegues cutáneos y de la circunferencia de la cintura de 1.978 adolescentes. Así observaron, entre otras cosas, que los chicos medían y pesaban más, además de poseer un mayor perímetro de la cintura y de comer más rápido durante las comidas, pero acumulaban menos grasa. Por otro lado, los adolescentes que se saltaban el desayuno mostraban los valores de grasa corporal más altos que el resto.
La maduración sexual y el aumento de talla y peso son las características que marcan las necesidades nutricionales de los adolescentes, que durante esta etapa aumentan aproximadamente el 20% de la altura que tendrán como adulto y el 50% de su masa muscular y ósea. Entre las recomendaciones diarias para la alimentación de los adolescentes está el tomar tres o cuatro tazas de leche o yogur para aportar calcio, vitamina D y riboflavina; cinco o más raciones de frutas o verduras; dos porciones de alimentos proteínicos magros; de seis a once porciones de cereales, pasta, arroz y patata; y pequeñas cantidades de alimentos ricos en grasa y en azúcar.
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