Durante el tiempo que estuvo al frente del Comando Regional Nro. 4 de la Guardia Nacional el general Luis Bohórquez, hoy candidato a la alcaldía de Iribarren por el Partido Socialista Unido de Venezuela, ocurrieron hechos lamentables en los cuales tuvieron participación efectivos de ese cuerpo.
En la redacción de EL IMPULSO estuvieron, junto con integrantes del Comité de Víctimas, Giovanny Grosso y Carlos Mellizo, el primero hermano de José Rafael Grosso y el segundo, padre de Juan Carlos Mellizo.
El Comité de Víctimas no participa en campañas electorales, pero considera que el general Bohórquez no actuó como le correspondía hacerlo, ya que los efectivos militares que actuaron en los casos mencionados no han recibido las sanciones que merecen, sino que ha habido impunidad manifiesta porque los juicios no han sido celebrados debidamente.
En el caso de José Rafael Grosso, el 7 de diciembre del 2007 se produjo una desaparición forzada y en el hecho estuvieron implicados funcionarios adscritos al GAES, el grupo élite encargado de resolver los secuestros.
Dijo Giovanny Grosso que logró comunicarse telefónicamente con Bohórquez pocos días después de la desaparición de su hermano y el militar le manifestó que tenía que viajar a Caracas, luego de lo cual se atrasan las investigaciones del suceso; pero, hasta la fecha jamás dio una respuesta.
En este hecho estuvieron involucrados tres guardias nacionales y después de dos juicios fueron dejados en libertad. Las irregularidades fueron denunciadas ante le Inspectoría de Tribunales y las autoridades disciplinarias. Y se irrespetó la decisión de la Corte de Apelaciones.
Por su parte, Mellizo manifestó que su hijo, de 18 años, fue asesinado el primero de enero de 2004 por un guardia nacional, quien disparó desde el patio de la casa de su progenitora en la carrera 2, entre calles 10 y 11, del barrio Santa Isabel.
El funcionario, quien era un distinguido, fue inmediatamente premiado con el grado de cabo y se han abierto dos juicios, pero el presunto culpable no comparece a las audiencias. Aún más, ha presentado un informe médico dado por un profesional de un consultorio privado, siendo tomado en cuenta en vez de que el médico forense haya procedido a determinar si en verdad está enfermo o no. Lo cierto del asunto es que el guardia goza de libertad. Al parecer hay una complicidad entre los tribunales y la Guardia Nacional, dijo Mellizo.