La venezolana Rosa Rodríguez quedó eliminada este miércoles en la calificación de la prueba de lanzamiento de martillo del Mundial de atletismo de Moscú, con una mayor distancia de 69,35 metros, en una prueba en la que dijo haberse sentido presionada por tener que buscar los 70 metros.
«No se dio lo que esperaba, la competencia no fue como yo esperaba que fuera para mí, pero se hizo lo que se pudo», dijo Rodríguez tras su participación en el grupo A, donde quedó sexta, antes de que los resultados del B provocaran su eliminación al no quedar entre las doce mejores.
Rodríguez finalizó en la posición 14 del cómputo global, a 51 centímetros de poder estar en la gran final del viernes.
En su primer lanzamiento llegó a 67,48 metros, en el segundo a 69,35 y en el tercero arriesgó tanto en busca de pasar los 70 que terminó siendo nulo. Quedó por lo tanto distanciada de su mejor marca personal y de la temporada, 73,64, que le hubiera valido entrar automáticamente en la final, ya que la mínima clasificatoria estaba en 73,00 metros.
«En el último intento quería llegar más lejos y poder hacer una buena marca. Me había puesto presión porque sentía que había que tirar más de setenta (para estar en la final, como así ha ocurrido)», explicó.
En la calificación, el mejor resultado fue para la china Wenxiu Zhang, que alcanzó 75,15 metros, por delante de las rusas Anna Bulgakova y Tatyana Lysenko, que llegaron a 74,83 metros y 74,60, respectivamente.
El otro venezolano que participó en la quinta jornada del Mundial de Moscú, este miércoles, fue Yerenman Salazar, que abandonó por una contractura en el kilómetro 42 de los 50 kilómetros marcha.
«Estoy contracturado, tuve que abandonar la prueba en el kilómetro 42. Ha sido bastante agotador el recorrido. Dos vueltas antes de abandonar el evento ya me pegó una contractura en la pierna derecha. Logré continuar y dos vueltas después caí en el piso», explicó Salazar a la AFP.
Hasta ahora su experiencia internacional se limitaba a eventos sudamericanos y panamericanos, por lo que fue su debut en un Mundial.
«Es mi tercer evento en 50 kilómetros, soy bastante nuevo en esta experiencia y mi objetivo era mejorar mi marca personal (4h15:37)», explicó este profesor de inglés, que admite que no es fácil compaginar las horas de entrenamientos con su labor como educador.
«Compaginar la docencia con el deporte a veces se torna dificultoso por las horas de entrenamiento diario que esto requiere, pero cuando te gusta algo, el objetivo hay que conseguirlo», aseveró.
Para fomentar la marcha atlética en Venezuela, Salazar cree que hay que hacer un trabajado de divulgación entre los más jóvenes, al ser una disciplina menos conocidas que otras de este deporte.
«Hace falta un poco más de apoyo del gobierno nacional. La marcha no es una de las disciplinas conocidas en el país. Hemos tenido pocos a nivel de élite, así que hay que masificar a nivel de escuelas y liceos para que haya más cantidad de atletas en esta disciplina», dijo.
