Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia pidieron el viernes una modificación del sistema electoral con el desarrollo de elecciones territoriales y además ratificaron la importancia de sustituir la Cámara de Representantes existente por la Cámara Territorial y la creación de la circunscripción especial de paz.
El dirigente guerrillero Ricardo Téllez presentó un comunicado con varias propuestas que buscan un «estímulo a la participación de las regiones, los entes territoriales y los territorios», un día antes del cierre de un nuevo ciclo del diálogo de paz que adelantan con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Téllez, alías Rodrigo Granda, explicó que «se definirán en el Acuerdo Final (de paz)», las curules que correspondan a lo que denominaron la «circunscripción especial de paz, para permitir y garantizar la participación de las FARC-EP y de los partidos o movimientos políticos y social que surjan» después de firmar la paz.
En días pasados, Iván Márquez, uno de los jefes de la delegación de paz de las FARC, manifestó también que de firmarse el acuerdo de paz, a los rebeldes «se les asignará en forma directa un número de curules en las instancias parlamentarias».
Granda dijo que «se proveerán los correspondientes diseños institucionales para la creación de la Cámara Territorial que sustituirá la actual Cámara de Representantes» y que dicha nueva institución «se elegirá en circunscripciones territoriales y circunscripciones especiales».
De acuerdo con el comunicado, las circunscripciones territoriales corresponden a los departamentos y al Distrito Federal de Bogotá y cada una de ellas tendrá cuatro representantes. Además habrán «veinte curules adicionales…atendiendo criterios poblacionales».
Con estas propuestas las FARC buscan el desarrollo de «la participación política y social» a través de un Consejo de la participación territorial y de la Cámara territorial.
Otro de los objetivos es «la profundización del proceso de descentralización y mayor participación política y social en el nivel local».
En la mesa de conversaciones los representantes del gobierno colombiano y la guerrilla discuten una agenda inicialmente pactada que incluye seis puntos. El primero concluyó con un acuerdo general sobre temas agrarios, después de seis meses de conversaciones.
El segundo punto sobre la participación política está en debate en la actualidad, además están los temas de la atención a las víctimas, el problema del narcotráfico y el fin del conflicto armado.
Auspiciadas por Cuba y Noruega como países garantes y Venezuela y Chile como acompañantes, las conversaciones podrían ser la oportunidad de Colombia para poner fin a un conflicto de cinco décadas que dejó miles de víctimas.
Creadas a mediados de los 60, las FARC son la fuerza insurgente más antigua activa en América Latina y según observadores tienen unos 9.000 hombres en armas.