El 6 de noviembre de 2011 asesinaron en Anzoátegui, municipio Morán de Lara, al funcionario de la policía regional, adscrito a la comisaría de La Sucre, Junior Rafael Luque, cuando celebraba su cumpleaños número 23. A un año y medio de su fallecimiento, quien habría cometido el homicidio fue puesto tras las rejas. Se trata de Danny Colmenárez, conocido como “El Tuco de la Sabana”, el cual se entregó a los cuerpos de seguridad, siete meses después del crimen y permanece en la comandancia general de la 30.
Yanmery y María Mendoza, familiares del difunto, exigieron ayer justicia ante el caso. Desde las afueras de la sede de los tribunales en la región, aseguraron que este miércoles se realizó la sexta audiencia, la cual fue suspendida para el próximo 21 de agosto por falta de testigos. “Además citaron a otras personas que estuvieron en el hecho. Queremos justicia porque mi sobrino era recto, honesto, dedicado a su trabajo y familia”.
Con la tristeza mostrada en sus miradas, recordaron que el día del suceso, “El Tuco de la Sabana”, también hirió a otras cuatro personas sin razón alguna, pues al parecer se encontraba en estado de ebriedad. “Durante todo este tiempo hemos estado mal. Su abuela está en cama, se echó al abandono porque no lo hemos sabido superar (…) Nos duele que lo hayan matado de esa manera”.
Otra historia similar
Dos niños de dos y cinco años de edad, quedaron huérfanos, luego del asesinato de su padre Omar Enrique Pérez Pérez, a quien ultimaron el 23 de septiembre de 2012 en una tasca de Barquisimeto. “El Robertico, fue quien lo mató”, señaló con furia María Eugenia Pérez, hermana de la víctima.
Al igual que muchas familias venezolanas, ellos piden que se haga justicia en su caso, pero a diferencia de otros, le han seguido la pista, por eso esperaban ayer el traslado de los privados de libertad de Tocorón, que en esta oportunidad sí trajeron a “El Robertico”, pues según ella, había pagado anteriormente “para que no lo trajeran porque no quería salir”. A él lo detuvieron el 26 de octubre de ese mismo año.
Se habían hecho ocho audiencias preliminares, las cuales fueron suspendidas por la falta de comparecencia del acusado, hasta ayer que hizo acto de presencia. “El culpable tiene antecedentes por droga y porte ilícito de armas con el beneficio de presentación cuando ocurrió el homicidio. Falta por capturar a Jean Carlos Castro, propietario del carro Toyota Corolla, de placas DB627N, en el que se dieron a la fuga junto a dos mujeres, todos ellos cómplices”, indicó Pérez.
El padre del occiso, quien era sargento mayor de la policía, fue desincorporado por reposo psiquiátrico, después de la muerte de su hijo, “el dolor y la angustia no me han dejado vivir todo este tiempo. ‘El Robertico’ estaba en Uribana, después lo pasaron a Tocorón, hoy cuando llegó me vio y me gritaba que él sí había matado a mi hijo, en tono de burla. Por eso le pido a la ministra Iris Varela, que también vea estos casos”, aseveró, mientras dejaba correr unas lágrimas en su rostro, por la pérdida de Omar Enrique.
“El Monstruo de la Gran Cabaña”, como bautizaron al presunto homicida, también estaría implicado en el asesinato de Franco Gallo, ocurrido en Fundalara. El caso ahora es llevado por la abogado Anarexy Camejo, Juez de Control número 2 del Circuito Penal del estado Lara.
