El sueño de comprar carro nuevo para miles de venezolanos que se han dado a la tarea de anotarse en largas listas de espera en las distintas comercializadoras de vehículos, lamentablemente aun no podrá hacerse realidad.
Si bien está a punto de publicarse en Gaceta Oficial la nueva ley que regulará la comercialización de automóviles en el país, los concesionarios no tienen prácticamente nada que ofrecerle a sus clientes, más que la posibilidad de sumarse a la lista.
En un recorrido por diferentes comercios de la ciudad, el equipo reporteril de este diario pudo comprobar que no hay carros cero kilómetros a la venta, ni de los más económicos, ni de los más costosos.
“La demanda es muy alta y la producción muy poca. Nosotros en el último trimestre hemos recibido 8 carros, y tenemos a más de 1.500 personas en lista de espera, ya ni siquiera les decimos que se anoten”, comenta el gerente de ventas de una agencia ubicada en el este de la ciudad, quien prefiere que sus datos no sean publicados a fin de evitar represalias.
“Nosotros nos ajustamos a la ley, pero ¿cómo vamos a satisfacer la demanda si el gobierno no adjudica divisas a las ensambladoras para poder aumentar la producción?, se pregunta al tiempo que explica que en los últimos 5 meses la producción de la empresa en la que labora ha disminuido en un 30 por ciento.
Otro detalle que afecta la cantidad de vehículos en existencia es “el negocio de los trabajadores del sector, quienes amparados por los respectivos sindicatos han logrado obtener el beneficio de comprar un carro al año, el cual no usan para su uso personal sino que lo negocian con revendedores.”
En el caso de las comercializadoras que venden vehículos que nos son ensamblados en el país, la situación es más crítica.
“Acá llevamos 4 meses sin recibir un vehículo”, comenta una vendedora con más de 10 años de experiencia en el negocio. “Jamás habíamos vivido una situación tan extrema”.
Por su parte los negocios que ofrecen carros del mercado secundario, aun no han ajustado los precios de los vehículos y esperan que la ley entre vigencia para adecuarse a la misma.
Sin embargo para algunos de los vendedores consultados, la ley podrá poner un valor máximo, el cual efectivamente se fijará en el documento de compraventa, pero entre las partes la negociación bajo cuerda puede ser otra.
Más del doble
La realidad del mercado es que no hay suficiente producción de carros nuevos para cubrir la demanda, por lo tanto los precios de los vehículos usados superan en más de un 100 por ciento el valor de los de agencia.
La gente necesita suplir sus necesidades y tiene que pagar por un carro que se ha depreciado, un alto costo.
Navegando por un portal de internet especializado en el negocio automotriz, se puede constatar esta realidad.
Por ejemplo un vehículo Ford Fiesta de este año cuesta en el concesionario casi 167 mil bolívares, con ese dinero se puede comprar uno del año 2003 con más de 200 mil kilómetros, y si lo quiere del 2013 debe contar con alrededor de 400 mil bolívares.
La publicación de precios en las web también debe ajustarse a los precios regulados.