Lo que ocurre a los habitantes de La Sabanita, al este de la capital del municipio Peña, es un ejemplo de la falta de programación u organización por parte de una institución dedicada a un servicio público tan indispensable como el procesamiento de las aguas, blancas y negras.
Mientras en unos sectores se pierden miles de litros cada hora, en otros carecen de ese elemento durante días, dependiendo sólo de la que les llega con las lluvias o con camiones cisternas que reciben luego de muchas gestiones.
Varios representantes de la comunidad se trasladaron de nuevo este martes a las oficinas de Aguas de Yaracuy en Yaritagua en busca de soluciones.
Allí estaban, Amaira Martínez, Melva Pérez, Cristal Ramírez, Ana Sira y Juan Josué Páez.
Explicaron que en varios sitios de la barriada existen botes de aguas blancas mientras en la parte baja no llega nada.
Igualmente se refirieron a lo que ocurre en la avenida principal de La Sabanita 2, donde existía una filtración en el tubo matriz, el cual fue eliminado, pero la contratista encargada de la obra no se preocupó en tapar la zanja abierta.
«Esto no se puede aguantar porque en verano el polvo es insoportable y en invierno un barrial», dijo Gladys González, una vecina.
Cristal Ramírez, por su parte, manifestó que ante la desidia de Aguas de Yaracuy los vecinos tuvieron que cerrar la calle que ya estaba intransitasble.
Debido al cierre los vehículos, incluyendo los del transporte colectivo, han tenido que cambiar sus rutas.
Pero ese no es el único problema en La Sabanita de Yaritagua pues muy cerca de allí existe una boca de visita sin tapa, el cual provocó unos cuantos accidentes de tránsito, hasta que le colocaron una pipa como señal hasta que desde Aguas de Yaracuy eliminen el problema.
Con respecto al suministro de agua al sector 2, la falla radica en una irregular manipulación de la llave por parte de la persona encargada de ello.
Según explicaron, existe una programación según la cual se suministra el líquido en forma interdiaria, pero cuando toca en sábado el empleado de Aguas de Yaracuy no abre la llave bajo el argumento de que, «el presidente Chávez ordenó que no trabajemos los sábados y por eso yo no trabajo».
«El problema es serio para nosotros en las casas de familia porque no nos llega agua suficiente; apenas un poquito y en las noches y para recogerla tenemos que trasnocharnos».
Son cerca de 200 las familias afectadas que esperan de las autoridades de la hidrológica yaracuyana actúe para normalizar la situación y no esperar se agrave aún más.
Por otra parte, en la parte baja de La Sabanita, específicamente en el sector conocido como La Bolivariana, debido a la colocación irregular de gran cantidad de mangueras en el tubo matriz, el agua se pierde en cantidades afectando a los vecinos del sector.
Juana Silva es la más perjudicada pues las paredes de su casa se han debilitado, además de que en ocasiones, cuando el agua llega con fuerza, se forman fuentes de hasta dos metros de altura.
Otra muestra de la desidia oficial está el abandono de lo que sería el polideportivo de La Sabanita, que la gobernación de Yaracuy se ha negado insistentemente a recuperar en beneficio de los deportistas de todo el municipio Peña.
Los campos de béisbol y fútbol, así como las canchas de atletismo y baloncesto permanecen enmontadas ante la indiferencia oficial.
Fotos: Luis Salazar
