El aseo urbano

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Los servicios públicos en la ciudad de Barquisimeto presentan muchas fallas, por ello son deficientes. Pero el que se lleva el trofeo del peor servicio es el aseo urbano, porque está muy desorganizado. No cuentan con suficientes equipos y el horario no lo respetan. Esto trae como resultado que la basura queda allí, en las calles, y esto es aprovechado por personas indigentes que andan buscando cosas entre los escombros. De igual manera, los perros y gatos hacen de las suyas con la basura y, para colmo de males, los trabajadores del aseo urbano se la pasan pidiendo colaboraciones a cada rato, alegando que la alcaldía no les paga buen sueldo.

Neptali Paredes
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Cada zona tiene sus deficiencias

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El tema de los servicios públicos en Barquisimeto depende de dónde te encuentres ubicado. Si estas en la zona este, por lo general, el aseo urbano pasa con regularidad en las urbanizaciones, residencias, parques, restaurantes centros comerciales y demás.
Pero, si estás ubicado en el área del oeste, es mucho más complicado el paso del aseo por lo que uno ve basura en el suelo de las calles, aunque Barquisimeto está considerado como una de las ciudades más limpias del país, creo que todavía le falta en este tema mucha más organización.
La Zona Industrial la considero el mundo perdido, es donde se nota más aun la ausencia de la alcaldía y la gobernación por igual.
Con lo que es el agua, no gozo de mal servicio de agua potable en mi vivienda ya que está bien ubicada, pero tengo entendido que para las zonas como El Ujano, El Cercado, Indio Manaure, si es un poco más escaso este recurso.
Y con lo que es el servicio de luz, pocas veces no cuento con ella por la zona donde vivo. Quienes sufren constantemente de apagones es la zona de Santa Elena, a quienes si he notado que le regulan un poco más el servicio de luz.
Por otro lado, y desviándome de lo que son los servicios básico, tengo que hacer una acotación sobre las calles de Barquisimeto, la gran mayoría se encuentran con huecos y mal asfaltadas, me pregunto ¿Será que el plan ‘Asfalto Parejo’ fue tan efectivo como el de seguridad?

Belén Castillo

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Un país de primera

Es evidente que la calidad de los servicios públicos va cada día en decadencia, por mencionar algunos: aseo urbano, servicio de electricidad, de agua, alumbrado público y pare de contar. Son muchos años que padecemos por estos malos servicios y esto viene desde mucho antes de la instauración del sistema rojo. Lo que pasa es que, en esta etapa, esos servicios se han deteriorado al máximo y esto ha sido así porque este gobierno nunca supo imaginar a los venezolanos bien servidos, solo tuvieron en la mente la idea de una revolución absurda que se está convirtiendo en una pesadilla para los habitantes de esta tierra, quienes aspiramos y nunca renunciaremos a la idea de tener una mejor calidad de vida. Los hombres y mujeres que van a ocupar puestos de vanguardia en una sociedad tienen que ser los mejores, los más honestos y los más capaces, de allí la importancia que los ciudadanos piensen muy bien su decisión a la hora de elegir a sus servidores públicos, tiene que ser gente comprometida con el verbo y decidida, dispuesta a la acción que beneficie a la comunidad. Si colocamos a los mejores al frente de estos servicios y que se rodeen de los mejores para que trabajen con tesón y mística, lograremos el objetivo planteado que no es otro que disfrutar de la calidad en los servicios a los que tenemos legítimo derecho.
Los revolucionarios han fracasado estrepitosamente por el colapso de todos los servicios y la razón es muy sencilla: ellos no son servidores públicos, ellos son servidores privados, es decir, solo saben servirse así mismos y al pequeño entorno que los rodea. Es por eso que, cuando hacen una obra que beneficia a la comunidad, lo anuncian con bombos y platillos, no porque les alegre ser útiles a las comunidades, si no porque eso alimenta sus grandes egos. Por ese motivo, no escatiman esfuerzos en publicidad y propaganda para seguir vendiendo a los ciudadanos incautos la imagen de una gran revolución que a mi manera de ver es un disparate y un contrasentido.
Creo que muy pronto nuestro país despertará de esta gran pesadilla que estamos padeciendo por haber ingerido tantas frases vacías que son como alimento chatarra, de manera que debemos transformar ese mal sueño en un gran sueño en donde los venezolanos estemos bien servidos, cada cual deberá hacer su parte para lograr ese gran objetivo. En cuanto a mí (aparte de usar este medio que gentilmente me concede EL IMPULSO) usaré, además un medio distinto a este para tratar de llevar palabras de aliento que contribuyan a llenar de alegrías y esperanzas a una población que está decidida a no perder la fe de que es posible lograr un país de primera.

Alirio Palencia

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Deficientes todos

Lamentablemente, en la mayoría de los sectores populares de Barquisimeto, los servicios públicos apestan de abandono. El número 1: las redes de cloacas colapsando por doquier. Dos: huecos al por mayor sin ‘Asfalto Parejo’. Tres: apagones eléctricos a cada momento, que para nada le sirvieron los 100 días al ministro, ¡y la seguridad ni hablar! Da tristeza ver morir a tantos jóvenes, ¡el futuro de nuestro hermoso país!

Jorge Venancio Méndez Parra
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Si así está lo básico…

¿Qué podemos esperar los venezolanos cuando vemos que, en nuestra ciudad, no funciona en perfecto estado lo más básico? Si abrimos un grifo y no sale agua, si por las calles hay más agua en el asfalto que en los drenajes, si las calles tienen más tierra y huecos que capa de asfalto, si las aceras no sirven y solo son depósito de la basura, si la electricidad que recibimos, en su mayoría es de pila y no por cable…, entonces, ¿qué podemos esperar? Muchos de los gobernantes se jactan diciendo que quieren la mayor felicidad posible para el pueblo, pero no son capaces de satisfacer las necesidades más elementales del soberano. Qué bueno sería si todo funcionara, si cada calle fuese lisa, si toda la basura estuviera en sus contenedores, si las aceras fueran amplias y provocara caminarlas, si uno pudiera salir a la calle sin el temor que este fuese el último día, si la electricidad funcionara sin mayores atenuantes, ¡qué bueno sería!
Sin embargo, todo lo contrario a eso. Los gobernantes que tenemos hablan de la Venezuela como una potencia, ¡quieren correr sin aprender a caminar! Deberían empezar a gatear primero, porque por el nivel de vida que tenemos y calculando las necesidades insatisfechas, ese el nivel que tenemos, aún no hemos aprendido ni a gatear.
Lejos estamos de tener servicios de calidad, y el resumen es las colas a las que tenemos que acostumbrarnos todos para adquirir algún producto o para cancelar uno de estos ineficientes servicios.

Mónica Estela
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¡No son autosuficientes!

Los servicios básicos en nuestra ciudad, y en nuestro país, son y seguirán siendo malos porque no se paga mucho por ellos. Es verdad que la realidad salarial nuestra no nos permite pensar en aceptar un aumento de tarifas en los servicios públicos, pero deberíamos pensar que un aumento en estos sería el sacrificio que deberíamos hacer para que funcionen de manera correcta. ¿Es que no nos damos cuenta? Todo lo básico y público está quebrado y es porque pensamos que la manera correcta es que estos sean financiados por un Estado que se hace cargo de todas las deudas. Si un servicio no es autosustentable y autogenerador de su propio mantenimiento, entonces no será un servicio de calidad.
Mientras tanto, la luz seguirá yéndose, el aseo no pasará, el agua no correrá por los tubos sino por las calles, habrá aguas putrefactas en los exteriores, y todo lo que te imagines no funcionará.
Yo estaría de acuerdo en pagar un poco más por obtener un mejor servicio, y creo que como yo muchos pensarán igual. Un mejor servicio por un pago mayor. ¡Ese es el dilema que tenemos!

Rafael Torres
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¿Cuál es el peor?

Todos son malos, pero, sin lugar a dudas, el peor debe ser el aseo urbano que opera en Palavecino, ¡este no tiene padrote!
Creo que conmigo estarán todos los que viven en ese municipio, porque saben la cantidad de días que reposan las bolsas a las orillas de las aceras, mientras que sus generadores esperan que se las lleven los operadores de la empresa que ha puesto la alcaldía para su recolección.
La verdad es que, si en este país funcionarán las cosas como debieran, ya hubiesen interpelado al alcalde de este municipio para que aclare la situación, de que si no es capaz de hacerse responsable del mantenimiento o qué es lo que sucede allí. Pero, si estamos hablando de que lo básico no funciona bien, ¿cómo voy a esperar que algo tan adelantado como la contraloría lo haga? ¡Qué iluso soy!

Antonio Pérez
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La radiografía de un colapso

Si queremos ver cómo es un sistema que no funciona y representa una estafa para los usuarios, esto es el servicio básico. De paso, no te da opciones para escoger entre el que pienses que podría funcionar mejor. Son malos y te los calas. No hay remedio, el usuario está destinado a tener que padecer del peor servicio sin derecho a pataleo, sin poder prescindir de este servicio que han obligado a convertirlo en monopolio, y no por la razón natural de ser el mejor y más grande, sino porque es impuesto como público y nadie puede ser una competencia. Bueno, ahora es tanta la ineficiencia de los servicios de aseo urbano que le ha salido competencia, y creo que a ellos no le molesta que alguien haga lo que saben que no pueden hacer. Digo que le ha salido competencia porque, ¿quiénes no hemos visto como camiones tipo volteo pasan por las casas ofreciendo llevarse las bolsas de basura por una “módica” cuota? Alguien se percató de una falla y lo hizo negocio. Señores, así es la economía, si dejas un claro en tú servicio, alguien lo tomará y se aprovechará de eso.
Mientras tanto, somos los usuarios que debemos a padecer, bien sea de la ineficiencia de unos si nos quedamos con el público, o de la usura de otros si adquirimos el servicio privado, ¡estamos en tres y dos!

Rosa Verónica Pernalete

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Próximo tema:

Emergencia vial

La semana pasada el gobierno venezolano declaró la emergencia vial en todo el país, por lo que calles, avenidas, autopistas y troncales, serán reparadas en un plazo de 90 días para condicionarlas nuevamente. Es por eso que deseamos preguntar, ¿qué piensa usted de este pronunciamiento? ¿Se cumplirá? ¿Por qué ahora se declara la emergencia? ¿Quién es el responsable de este deterioro?
Envíe su respuesta a [email protected], antes del 9 de agosto y será publicado el lunes 12 en la página 2 del cuerpo A, en la Página de los Lectores.

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